Los maestros esperan lograr las metas de aprendizaje de sus alumnos. Félix de la Cruz
Los maestros esperan lograr las metas de aprendizaje de sus alumnos. Félix de la Cruz

La tarea de enseñar no se agota en brindar información y conocimientos a un grupo más o menos numeroso de discípulos, sino que requiere también un seguimiento, un diagnóstico, un conocimiento que puede ser personalizado según las necesidades del estudiante, y una vocación.

Es ese llamado interior lo que define al maestro como un ser especial, capaz de llegar al alma del educando y motivarlo, entusiasmarlo, abrirle puertas para que se asome al descubrimiento del aprendizaje, al desafío de los saberes.

El Día del Maestro se conmemora el 30 de junio en República Dominicana, y aunque en más de 100 países se celebra en diferentes fechas, desde 1994 la Unesco instituyó el 5 de octubre como día mundial de los docentes.

Para nuestro país es una ocasión memorable establecida en honor al trabajo de tantas personas que a diario entregan lo mejor de sí en las aulas de nuestras escuelas y de nuestros centros de estudio, gente que forma a los hombres y mujeres que a su vez se preparan para servir a la nación.

Esta fecha coincide con el natalicio de Juan Bosch, un autodidacta nacido en La Vega en 1909, demócrata por excelencia y dedicado maestro que entregó lo mejor de sí a esta patria.

Aunque mucho ha mejorado la situación salarial y el trato dado a los maestros por parte del Gobierno, los docentes en general afrontan una serie de problemas que tienen que ver con la insuficiente infraestructura escolar en algunos casos, falta de libros suficientes en otros, y a veces una deficiente formación académica que se nota en la calidad del aprendizaje de los alumnos.

Sin embargo, no se puede negar que la gran mayoría de los docentes dominicanos brindan cada día todo cuanto tienen para entregar en las aulas, despliegan sus conocimientos y capacidades de percepción, y establecen con sus alumnos una relación de conocimiento basada en el afecto, que es lo que los perpetúa en la memoria de casi todas las personas.

En esta jornada tan especial solo nos queda felicitar a los buenos maestros por la altísima labor que desempeñan, los instamos a que nunca dejen de formarse y de actualizarse, a que aprendan junto a sus alumnos, y hacemos votos para que tengan éxito en su tarea de entregar a la patria hombres y mujeres comprometidos con el progreso y con el bienestar colectivo.

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