La Yihad: Terror para la expansión

El islamismo es una religión, hija bastarda del cristianismo, que se basa en el expansionismo y en el control total de la vida del individuo y la sumisión total de la mujer al hombre. La expansión es obligatoria para sus fieles. Y no aceptan más&#8230

El islamismo es una religión, hija bastarda del cristianismo, que se basa en el expansionismo y en el control total de la vida del individuo y la sumisión total de la mujer al hombre. La expansión es obligatoria para sus fieles. Y no aceptan más que el “nosotros y nadie más”. Quien no es fiel a Alá es infiel y por lo tanto debe morir. Aunque parezca ser una exageración es así, sólo hay que leer el Corán.

No hay la menor duda de que estamos inmersos en una guerra religiosa a gran escala, de nuevo. Y quienes se creen agnósticos, ateos o budistas podrían pensar que esa no es su guerra; craso error. Todos estamos metidos de un lado u otro, querámoslo o no.

Construir una iglesia no musulmana en un país musulmán es herejía para ellos, y por eso no lo permiten. Construir mezquitas en occidente es un derecho para los musulmanes que los occidentales se lo respetamos. Lo que los musulmanes reclaman como derecho en occidente no lo permiten en sus países.

Holanda está marcando las pautas de cual es el momento histórico para occidente. Después de mucho tiempo de multiculturalismo, que no ha hecho más que alentar a los inmigrantes musulmanes a crearse una “sociedad paralela” contra el país de acogida. Un nuevo proyecto presentado al parlamento holandés por el ministro del interior Piet Hein Donner el pasado 16 de junio dice “El Gobierno comparte la insatisfacción del pueblo holandés frente al modelo de sociedad multicultural en Holanda y expresa su intención de centrar sus prioridades- de ahora en adelante- hacia los valores fundamentales del pueblo holandés. En el nuevo sistema de integración, los valores holandeses van a tener un rol fundamental y por ello el gobierno no se adhiere más al modelo de sociedad multicultural”. La nota sigue: “Una integración más rigurosa es ahora perfectamente justificada. Por esto es que dice al Gobierno y a todo su pueblo, que esta orientación se ha vuelto absolutamente necesaria porque la sociedad holandesa está a punto de disgregarse en términos de identidad y nadie se siente ‘como en su casa’ en Holanda. La nueva política de integración será mucho más exigente para con los inmigrantes. Por ejemplo, los inmigrantes deberán obligatoriamente aprender el idioma holandés y el gobierno va a tomar serias medidas coercitivas ante los inmigrantes que ignoren los valores del país y desobedezcan las leyes holandesas”. Eso es hablar sin complejos, sin complejos de culpa, y sobre todo, con valor. Valor porque todos sabemos que en cualquier momento un ayatolá puede emitir una sharía contra él.

Los parecidos con nuestro país, son evidentes. ¿Estamos a tiempo? 

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