Determinación, entrega, esfuerzo y preparación son los puntos que todo individuo debe tener para lograr sus metas; así como una actitud positiva ante la vida, estar orgulloso de sus raíces y aceptarse tal como es. Precisamente, estas son características con las que cuenta la nueva representante de la belleza criolla, Yaritza Reyes, quien nos representará en el Miss Universo 2013, a celebrarse el 9 de noviembre, en Moscú, Rusia.
Reyes, quien se destacó entre 27 otras candidatas por tener una tez oscura, brillante y tersa (no muy común en este tipo de eventos), melena abundante y rizada (libre y natural), sonrisa amplia (genuina y coqueta), alta y esbelta, solo tiene 19 años de edad, y muchos podrían pensar que al ser tan joven no tiene claro qué quiere de la vida. Pero no es así. Esta chica, quien es enfermera y estudia Comunicación Social, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, tiene muy claro lo que quiere, lo cual no se limita en ganar una corona, sino es poder servir a los demás, a su pueblo.
“Con esta oportunidad, el haber ganado el concurso, me gustaría poder desarrollar programas culturales, que incentiven a los dominicanos a conocer su historia y su cultura, con el objetivo de que puedan sentirse orgullosos de lo que somos”, comenta la joven beldad, quien asegura que cuando un pueblo conoce su pasado puede visualizar mejor su futuro, y por ende, su progreso.
Al preguntarle si ganará la corona de Miss Universo 2013, suspira y dice: “Mis expectativas siempre estarán orientadas a la superación. Quiero que desde la posición en la que esté, enfocarme en nuestra cultura, en dar a conocer lo diversa que es. Nuestra isla es hermosa y quiero dar a conocer eso. Que la gente conozca su geografía, historia, cultura, gastronomía… pero eso debemos hacerlo trabajando en conjunto”.
De modelo a reina
El participar en un concurso de belleza es considerado un “trampolín” para muchas féminas que buscan alcanzar sus sueños de entrar en la industria del modelaje, la televisión, la actuación o el canto. Yaritza, no es la excepción, aunque admite que en un principio inició como modelo por la insistencia de los demás.
“Siempre me habían motivado a que iniciara una carrera en el modelaje, porque veían que tenía las cualidades para serlo. Un día me dije: ¡es cierto! Yo puedo ser modelo y esto me puede ayudar a alcanzar nuevos peldaños en mi vida”, recuerda Reyes, quien optó por representar a la provincia de Elías Piñas (la tierra de sus abuelos, pero nació y se crió en un barrio a orillas de una cañada en Santo Domingo Norte).
¿El ser una reina de belleza estaba dentro de sus metas? “En un principio no lo figuraba. Pero en la vida las cosas cambian, y las oportunidades hay que aprovecharlas. No participé en el concurso para ganar un título, me llamó la atención el poder ser una embajadora de nuestro país y hacerlo dignamente”, responde Yaritza, la menor de cuatro hermanos productos de la unión de sus padres, Ramona Ramírez, psicóloga, y Miguel Reyes, comerciante.
Cada vez que se selecciona una representante de la belleza criolla son muchas las esperanzas que el pueblo dominicana centra en ella. Pero… ¿cómo es la preparación de una Miss? ¿es difícil? Para Reyes las largas horas de ensayos, ejercicios y estudio les resultaron fáciles, pues está acostumbrada a enfocarse en lo que hace. Sin embargo, admite que su mayor problema fue el encontrar patrocinio para entrar al concurso.
“Mi mayor problema fue la búsqueda de patrocinio. Soy una persona que no tengo muchos recursos económicos y conseguir costear mi participación en el certamen fue un poco “cuesta arriba”. Pero eso, cuando Magali me hablaba del concurso la rechazaba (le dije que no tres veces, que no podía). Hasta que se abrió una plaza, pues una de las chicas declinó, y pude entrar”, narra Yaritza, quien goza de una belleza natural, pues según Magali Febles, organizadora del Miss República Dominicana, fue la única participante que “no pasó por el quirófano”.
Al cuestionarle sobre su vida sentimental, la joven reina contestó que no tiene novio. “Todo mi tiempo y esfuerzo lo he enfocado en mis estudios y en mi preparación. Para mí la base para hacer todo lo que quieras en la vida son los estudios, y por el momento es lo único para lo que tengo tiempo”, dijo.
“Me siento orgullosa de ser negra”
“Tengo que ser sincera, a muchas personas no les soy de su agrado por mi color de piel al momento de hacer trabajo como modelo, pero eso no ha sido un óbice para seguir avanzando. Nuestras raíces africanas son muy fuertes, y no podemos ocultarlo. Yo, particularmente, estoy orgullosa de lo que soy, y quien no me acepte, lo siento. Seguiré adelante. Para mí, ser negra es símbolo de alegría, de mi identidad”, comenta Yaritza, quien nunca ha tenido la oportunidad de viajar al extranjero, por lo que admite que se siente ansiosa. “Primera vez que viajo y lo haré por la puerta grande, representando a mi país en Rusia”.