Con la llegada de agosto, llega también la temporada escolar. Para los niños es el final de las vacaciones, y para los padres la preocupación de enfrentarse a nuevas alzas en las tarifas de los centros educativos privados, buscar el dinero para comprar una extensa lista de útiles, como uniformes, mochilas, loncheras, zapatos y atuendos para las clases de deporte. Es decir, una enorme inversión, para la que muchos no están preparados.
Con el aumento de la tarifa escolar, la economía de la familia se verá afectada, pues deberá destinar para esos fines, mayores recursos este año que los que destinó el año anterior. Esto así, aunque en la mayoría de los casos, los padres no han tenido incremento en sus salarios, por lo menos en los últimos cinco años. Una de las peores decisiones, asumidas en el sistema educativo nacional es la de utilizar libros, en los cuales, los alumnos deben realizar sus ejercicios y llenar los espacios en blanco, una práctica que en un país como este es improcedente, debido a que esos libros, nunca más podrán ser utilizados y finalizado el ciclo escolar, no tendrán otro destino que el zafacón de la basura.
Antes, los libros eran donados, vendidos o utilizados por los hermanos de su dueño anterior, pero ahora, esa ya no es una posibilidad. Esta es una práctica que lleva implementándose hace varios años y que por más que los padres se quejaron y clamaron porque se dejara el sistema anterior o que el Ministerio de Educación aprobara otra clase de literatura, nadie les hizo caso, por lo que tuvieron que resignarse. Es lo mismo que viene ocurriendo con el alza de las tarifas de los colegios privados, por más que las Asociaciones de Padres reclaman la intervención de las autoridades del Ministerio de Educación, esta institución oficial no responde, ignorando que por mandato de la Ley 86-00, está facultada para regular la tarifa de los colegios privados e incluso a imponer multas a las violaciones de esta disposición.
A esta hora, son pocos los padres que no han inscrito ya a sus hijos, que en dos semanas deberán iniciar un nuevo año lectivo, de esta manera, para evitar que sus niños se queden sin cupo, ya han pagado la inscripción, la tercera parte, la mitad o la totalidad de la colegiatura para el año 2015-2016, por lo que todo cuanto se diga, está de más.