Vladimir Dotel
“La mayor mentira que se dice de mí es que soy un altanero”.
De todo el mundo hablan, y más si es de un artista. Dicen tantas cosas que cada quien tiene una serie de historias que son verdades y muchas otras que son mentiras. Respecto a las verdades, los que conocen la trayectoria de la agrupación Ilegales, se remontarán al 1995, cuando Vladimir Dotel apareció en el escenario musical con recomendaciones específicas sobre qué hacer “Si la morena pide”, y una definición exacta de una “Fiesta caliente”. Ahí comenzó todo. El resto fue una sucesión de pegajosos sencillos que se convirtieron en éxito y en los temas del momento de todos los “parties” de marquesina, fiestas de graduación, discotecas y grandes eventos. Algo que se ha mantenido durante estos 18 años de carrera y a través de sus 10 discos. Es más, mientras hacíamos la entrevista, alguien cantaba la canción “Chucuchá”.
En el negocio de la música y el arte, ¿hay “chupa sangres”? Es lo que más hay. Existen “chupa sangres” por todos lados, vampiros que te quieren desangrar.
¿Cómo te defiendes de ellos? Con mi crucifijo (lo enseña). He tenido una lucha constante, de 18 años, porque soy una persona muy exigente y disciplinada, y en este camino me he encontrado con muchas personas mal sanas que te quieren llevar por el camino oscuro.
Aunque Blade es un vampiro, no es sensible al ajo ni a la luz del sol como otros. ¿Cuáles crees que son tus fortalezas? Soy muy trabajador y siempre estoy preparado para lo malo y lo bueno.
¿Y tus debilidades? Soy muy confianzudo. En realidad, me abro mucho a las personas y al final me desilusionan.
Los vampiros son criaturas organizadas en clanes. En el mundo artístico, Ilegales parece haber encontrado un nicho en el que luce sin competencia. ¿Cuáles han sido tus estrategias y por qué crees que han funcionado? Como buen pisciano soy un soñador, siempre trato de ir por el camino contrario. Por ejemplo, si está pegado un género determinado, todo el mundo quiere trabajarlo. Yo no. Sigo apostando a mi estilo, a las fusiones; no seguimos la moda del momento. Eso ha hecho una diferencia porque esto también cuida la imagen del grupo, la producción y sus composiciones. Todo esto hace que tengamos un sonido diferente.
Las historias de vampiros y de seres que viven por miles de años tienen un buen grupo de fanáticos. ¿Qué historias te gustan a ti? Me gustan las historias de acción, no estoy en drama, ni en sentimiento con las películas. Tampoco me gustan mucho las comedias. Claro, me gustan las películas de acción pero que tengan contenido.
¿Qué han dicho de ti que es mentira o leyenda urbana? Que soy un altanero y un “aceitoso”, eso es una gran mentira. Soy todo lo contrario, lo que pasa es que soy una persona tímida, no soy muy social, y quien dice eso de mí es porque no me conoce, y cuando me conoce se vuelve fan.
Si fueras un vampiro, ¿a quién quisieras morderle el cuello? A Kim Kardashian o a Beyoncé… son mujeres “mamasotas”.
Así como a nosotros nos atrae cierta comida. A estos personajes les atrae el olor de ciertos tipos de sangre. ¿Qué aroma te vuelve loco? Antes me volvía loco el aroma del chicharrón (risas). Ya en serio, si es el perfume de una mujer, me gustan el aroma de Lolita Lempicka, y el olor del campo por las mañanas.
Existe alguna fragancia o el recuerdo de alguna mujer que te erice la piel. Sí, hay un perfume que no se compra: su aroma natural. Eso tiene siempre una magia, su esencia natural.
Blade, como todo vampiro, puede vivir más de cien años y ser joven por siempre. ¿Para qué quieres que te alcance la vida terrenal? ¿Qué cosas deseas antes de dejar este mundo? ¡Ay!, me vas a hacer llorar. Quiero muchas cosas, como ver a mis hijos crecer, a mis nietos… También quisiera ver una nueva generación de Ilegales, y que mi música siga creciendo. Como compositor, continuar aportando a la música dominicana y latinoamericana.
Texto y coordinación Glenys González / Fotos y Manejo digital Franklin Marte / Maquillaje Mónika Mendoza / Vestuario Confección de María Reyes / Lentes Optica Félix / Botas Tienda Anthony’s
