El Departamento de Estado de los Estados Unidos le canceló el visado estadounidense al doctor Roberto Rosario Márquez, presidente de la Junta Central Electoral.La decisión incluye la visa diplomática que vencía en el 2017 y la personal, cuya expiración era en el 2024.
El propio Rosario Márquez dio a conocer la decisión que le afecta y más tarde la Embajada de los Estados Unidos en el país la confirmó, en un documento enviado a los medios de comunicación local.
“El Departamento de Estado tiene amplia autoridad y se reserva el derecho, bajo la Sección 221 (i) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, de revocar visas estadounidenses sobre la base de información que salga a la luz, en cualquier momento, que influya en que una persona se considere elegible para una visa y viaje a los Estados Unidos”, precisa el comunicado.
Es ciertamente una facultad que tienen y siempre han ejercido los Estados Unidos, como todos los países soberanos, de dar visado a los ciudadanos extranjeros que entiendan son merecedores y también de retirarles el visado cuando consideren que deben hacerlo. Son decisiones soberanas.
En el caso del doctor Rosario Márquez, la decisión resulta extraña, porque se trata de un funcionario cuyo período como presidente de la JCE cesó, pero el Senado de la República, como instancia facultada, todavía no ha designado su sustituto. El proceso de selección de los nuevos miembros de la JCE está abierto, y entre las posibilidades está la de que Rosario Márquez sea escogido para un nuevo período al frente del organismo electoral.
El presidente de la JCE y el embajador de los Estados Unidos en el país, James Brewster, mantuvieron un prolongado diferendo que trascendió públicamente, primero por el tema de la aplicación de la Sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional y la Ley 169/14, y luego por el rechazo de Rosario Márquez a una solicitud del diplomático para que se acreditara a personal de la legación como observadores de las elecciones. La JCE rechazó la solicitud y dijo que la participación sería como invitados especiales.
“Las decisiones sobre visas individuales no afectan la fuerte relación bilateral entre el Gobierno de los Estados Unidos y el Gobierno de la República Dominicana ni los excelentes vínculos entre nuestros pueblos”, explicó el comunicado de la Embajada. Pero el conjunto de contradicciones y la postura firme de Rosario Márquez ponen en el escenario la palabra “retaliación”. El tiempo dirá.