En Irán, que limita territorialmente con países en guerra como Irak, Afganistán y Turquía, se reportó recientemente que una actriz de nombre Sadaf Taherian, fue despojada por las autoridades de su licencia laboral bajo la acusación de “inmoral”, por haber hecho publicaciones en la red social Instagram acompañadas de fotos en que aparece sin el tradicional yihad musulmán. La actriz asume esa actitud para protestar contra la ley que prohíbe mostrar rostro y cabello.
¿Podemos las mujeres dominicanas o las mujeres libres de cualquier parte del mundo mostrarnos indiferentes ante tan triste situación? ¿Qué hace la ONU y otros organismos internacionales para ofrecer protección a la mujer víctima de esos horrores e injusticias, dentro del derecho internacional humanitario? Realmente las referidas organizaciones han jugado un rol muy activo; en especial la ONU que ha aprovechado el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra justamente en el mes de noviembre, en honor a las Hermanas Mirabal, para renovar su política permanente contra ese flagelo, a través de la campaña “Pinta el mundo de naranja: Pon fin a la violencia contra las mujeres”.
Con tal motivo, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, citó los crímenes atroces cometidos contra mujeres y niñas en las zonas de conflicto y afirmó que, junto con la violencia doméstica que afecta a todos los países, esos atropellos amenazan el progreso de la humanidad en su conjunto.
A propósito del 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Ministerio de la Mujer de República Dominicana, en coordinación con varias instituciones, ha dado inicio al programa “Movilización Social: ÚNETE ahora para evitar los feminicidios”.
En esta oportunidad, compartimos estas reflexiones con el propósito de motivar para que los lectores de esta columna nos unamos, todos y todas, a trabajar sin descanso, día a día, para formar hombres y mujeres capaces de asumir que somos iguales; que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos y merecemos igualdad de oportunidades. Sólo así lograremos prevenir la violencia contra las mujeres y evitar los feminicidios.
