La tranquilidad que de repente se percibe en las calles de la capital, el silencio inusual en las mañanas, los lugares de recreo abarrotados en las tardes, la cartelera de los cines y teatros inundada de películas y obras infantiles, los anuncios de campamentos que aparecen en la prensa, en las vallas y carteles, lo dicen todo: ¡ya comenzaron las vacaciones de verano!
Durante un par de meses los más pequeños de la casa no tendrán que ir al colegio o la escuela, aunque las actividades extracurriculares como las clases de ballet, pintura, natación e inglés continúen, las mañanas serán libres, no tendrán que levantarse corriendo para en una hora, bañarse, vestirse, desayunar y estar listos para que sus padres o el transporte escolar los lleve a sus centros de estudios.
Los niños están conscientes de que tienen ese tiempo disponible y si son muy pequeños, habrá que explicarles de mil formas que las ansiadas vacaciones de verano solo aplican para ellos, para aquellos que están en la edad escolar, que papi y mami deberán continuar con su ritmo de cada día. Que por ahora aunque ellos podrán estar en la casa, sus padres seguirán con su rutina. Al menos, al no tener que levantarse muy temprano, los niños pueden acostarse un poco más tarde, lo que les permite, que junto a sus padres asistan a actividades que terminan en horas de la noche.
Pero es este, un tiempo para disfrutar de esos lugares hermosos que posee la República Dominicana. Hacer turismo interno, enseñarles a nuestros hijos las diferentes provincias, playas, monumentos, museos, ríos, en fin, todo lo que somos como pueblo, nuestra identidad que reside en cada rincón de nuestro país. Es un buen tiempo para planear caminatas por la zona colonial, ir a la playa, a los diferentes lugares donde se puede disfrutar en familia.
Un viaje al campo, para caminar al aire libre, recolectar frutas y otros productos de la tierra, sembrar lo que sea, a jugar bajo la lluvia, correr con ellos, a ser niños de nuevo. No hay que gastar dinero en todas las actividades y ellos son felices con lo mínimo.
Ver una película en casa, es para padres e hijos, una de las mejores formas de compartir en familia.