Un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revela que el 80% de la población vive en ciudades y que América Latina y el Caribe es la región más urbanizada del mundo en desarrollo.
Los datos demográficos-urbanos de la Cepal también precisan que la superficie ocupada por las ciudades se expande rápidamente, pero muy desordenadamente y se crean periferias con menor acceso a servicios, pobres y vulnerables, que agudizan la desigualdad y la exclusión. Concluye que el desafío de los Estados radica en lograr que la urbanización se convierta en una oportunidad para transitar hacia el desarrollo sostenible con igualdad y lograr ciudades donde se priorice el bien público por encima del interés privado.
Lo revelado por la Cepal quedo desvelado en República Dominicana cuando la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) presentó los resultados del Censo 2010, que refleja que la composición de la población por región es de 7,023,949 en la zona urbana y 2,421,332 en la zona rural; y que el crecimiento urbano llegó al 29%, y el decrecimiento rural fue de 22%.
La concentración de población en las ciudades es un hecho que debe preocupar a las autoridades, sobre todo a los gobiernos locales, porque ello implica que habrá más demanda de servicios de mayor número de personas concentradas en un territorio que no crece de forma horizontal, pero sí precipitadamente de manera vertical y donde muchos ante la falta de espacio y recursos ocupan territorios sin la más mínima planificación, aumentando los cordones de miseria.
Los datos de la Cepal y la ONE son una buena oportunidad para que los 11 ayuntamientos del Gran Santo Domingo y los de Santiago coloquen en su agenda la planificación del futuro de sus municipios.
La Estrategia Nacional de Desarrollo, aun sin ejecutar, es una gran oportunidad para que el país comience a mirar el futuro con sus urgencias urbana, para que pueda hacer con éxito el Viaje de transformación hacia un país mejor, lema con que nació la iniciativa.