El novedoso modelo vial ensayado por Obras Públicas y la Autoridad del Transporte en una red de ocho corredores, es la iniciativa más importante para organizar la caótica y costosa situación del tránsito vehicular que se recuerde. Se trata de un plan piloto para agilizar el movimiento de vehículos en las zonas y puntos más críticos de la ciudad, donde en la mayor parte del día se originan insufribles congestionamientos del tránsito con elevadas pérdidas materiales para el país y enormes cargas de tensión para los conductores.
Para tener una idea de lo que este plan se propone, sería suficiente con analizar el impacto económico del proyecto, que arrancará formalmente el lunes 22 del mes en curso con motivo del inicio del año escolar, periodo en que se agudiza el problema de la circulación vehicular. El ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, ha citado estudios según los cuales con solo mejorar un 10% la fluidez del tránsito, la nación obtendría un ahorro de alrededor de 840 millones de dólares.
Como parte esencial del proyecto, el Ministerio ha estado mejorando el paisajismo en los ocho corredores que servirán de modelo al plan y ampliado las vías principales para facilitar los giros a la izquierda, lo que ha permitido ya, de hecho, un desenvolvimiento más ágil, con una notable mejoría del tránsito en las áreas intervenidas. Además de su impacto tangible, que podrá fácilmente verificarse en términos de aumento de la productividad y de la actividad comercial, el efecto del proyecto persigue también un resultado relacionado con las tensiones que el desorden en el tránsito provoca en los ciudadanos, a lo cual se atribuye una dosis considerable en el estado emocional de los residentes en la ciudad.
Por años, el caos en el tránsito ha sido un reflejo de la crisis de autoridad y su solución mejorará la calidad de vida en Santo Domingo, permitiendo así que pueda extenderse al resto del país.