La acometida que hizo el grupo liderado por el perínclito de Villa Juana con el entarimado de control a tribunales y sistema de justicia ya dan sus frutos: Estamos atados de pies y manos para resolver en justicia cualquier asunto relacionado a lo administrativo, electoral o constitucional.
Ir a lo contencioso administrativo para resolver un caso de abuso de poder de la administración es causa perdida de antemano. Ir a lo contencioso electoral para resolver problemas internos en los partidos es ganancia del PLD-LF; el caso del PRD ya no sólo es patético, es secuestro de la democracia. Una simple revisión de los casos llevados a los tribunales confirma el desastre.
El Dr. Hugo Tolentino Dipp acaba confirmar que “…continuar echando el pleito en los tribunales o participar en el proceso convencional organizado por Vargas Maldonado, que inicia el 23 de febrero y concluye en agosto, sería “seguir arando en el desierto.”. Todos sabemos de la mano negra que anda detrás de todo eso. Dice también el Dr. Tolentino Dipp que “Es necesario fundar, entonces, un gran bloque, hacerle un gran llamado a la nación, aglutinar todas las fuerzas democráticas y los movimientos democráticos del país mediante un programa de gobierno que sea consciente de la realidad nacional”. Pero no solo el llamado debe ser a los políticos y fuerzas democráticas; la gente del dinero tiene que saber que su dinero está en riesgo, que sus activos obtenidos a fuerza de trabajo de generaciones se puede ir en el momento que la pandilla se muestre interesado en esos negocios. Nuestras libertades y riquezas están a riesgo de nuevo, y eso hay que pararlo ya.
El partido en el gobierno acaba de ampliar su comité central, recemos para que esa renovación sea en la vía correcta y no más control de los insaciables que han copado el aparato del Estado en todas sus vertientes. Que la pandilla se trague totalmente a su partido, como lo ha hecho con el PRD, sería desastroso porque nos daría el tiro de gracia al moribundo cuerpo democrático que tenemos hasta hoy.
No hay ni una sentencia que no sea gananciosa para la pandilla y su líder. Y es así, un grupito insaciable nos está llevando al matadero de la democracia. Cuando se destruyen las opciones democráticas y de derecho nos arrojan a la noche negra de las opciones de facto y de iluminados que se casan con la gloria, y eso no puede ni debe ser.
Lo que nunca se ha hecho había sido apoderarse fraudulentamente del Estado sin pegar un tiro. Lo que nunca se hará es que nos quedemos como si nada estuviera pasando.