Usted podrá pensar que nada será como antes, que el Torneo de Baloncesto superior del Distrito Nacional ya cumplió su ciclo, que no hay figuras, que jamás veremos el Palacio de los Deportes lleno como en la era dorada o que los clubes ya no cumplen su rol.Ciertamente está en su derecho de exponer uno de estos argumentos o cualquier otro en contra del evento. Sin embargo, la realidad actual es que existe una expectativa única con el certamen distrital que arranca este domingo.
Es cierto que la justa no se celebra desde 2013 y que, tal vez, eso ayuda con la emoción generada por los amantes del baloncesto, pero tenía mucho que no sentía ambiente de baloncesto antes de un evento distrital. Eso me hace pensar que lo mejor está por venir.
Se ha trabajado con planificación y la gente que se ha involucrado en el montaje del certamen está entregada en cuerpo y alma. Eso hay que reconocerlo.
Ya todo el trabajo de importancia se hizo, ahora el compromiso debe recaer sobre los clubes, que están llamados a cooperar para que el evento sea un espectáculo atractivo, a los fines de dar un paso importante en el renacer que vive el torneo.
Desde hace más de dos años, durante plena crisis de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (Abadina), los clubes han mostrado unidad, coherencia e inteligencia y ahora, cuando las pasiones se suelen desbordarse a raíz de la presión en cancha, es el momento de mantener ese comportamiento, esa actitud.
Que las ansias de ganar que un determinado equipo pueda tener no llegue al punto de arruinar todo lo que se ha logrado hasta el momento. Es, más que ganar, debe ser el mayor compromiso de los principales actores de evento. Esto solo se logra respetando las reglas de juego. No es que gane un club, es que gane el torneo. Lo merecemos.
Anótelo
Stephen Curry corre solo para el MVP de la NBA… Ayer, por segunda vez estuve en las prácticas de Huellas del Siglo y confirmé que Teresa Durán es una líder… El torneo de baloncesto de Santiago tiene un buen nivel técnico…¿Kobe se va como el más grande laker?…¿Y la opípara? ¡Bien, gracias!