Los hombres son más funcionales que las mujeres, eso está claro. Mientras ellas buscan la belleza detrás de las cosas, a los chicos les gustan las cosas prácticas, que tengan un objetivo claro, una razón de ser.
Además de las botellas, que se suelen ver en los espacios masculinos, otro aspecto a destacar de la decoración solo para ellos, es la mueblería de gran tamaño, por ejemplo un sofá que sea lo suficientemente grande como para que su cuerpo completo quepa con comodidad, donde puedan estirarse sin dificultad y sentir que su alrededor es proporcional a su tamaño. Pero así como buscan cosas funcionales, se fijan en que sean fuertes y duraderas, y con colores como rojo, marrón, negro y verde… que no les distraigan mucho.
Finalmente, lo importante es crear un ambiente con la suficiente testosterona para hacerlos sonreír como cuando lo hacemos nosotras en una zapatería.