La Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía (CNEPR) inhabilitó de sus presentaciones de radio y televisión, por un período de 15 días, al conductor Adrián Ronato Salcedo Rosario, conocido como “Cristian Casablanca”.La suspensión contra el presentador, hecha mediante resolución No.001/2016, fue justificada “por proferir en su programa, que se emite por Telefuturo, canal 23, palabras obscenas, maldiciones reiteradas y epítetos racistas. Reservándose el derecho de iniciar el proceso judicial en su contra de acuerdo a la ley y el derecho, por el incumplimiento a dicha resolución”.
La Comisión tomó la medida luego de que Casablanca expresara palabras ofensivas y racistas contra el joven comunicador Pablo Toribio. Además, la Comisión advirtió a los propietarios, directores, conductores, encargados o afines de los diferentes canales y programas televisivos, para que en lo sucesivo procedan a regularizar la transmisión de contenidos a través de la televisión dominicana.
“El Reglamento 824 de ley 1951, para el funcionamiento de la Comisión Nacional de Espectáculos Públicos y Radiofonía, le da facultad a dicha Comisión de someter a la acción de la justicia a los que lo infrinjan o cualquier otra disposición legal confiada a su vigilancia, por tanto debe estar sujeta en todo momento a las normas que prescriben la ley de telecomunicaciones, los convenios internacionales y cualquier otra disposición legal”, recalca CNEPR en un comunicado.
Varias figuras de la televisión habían sugerido una amonestación contra la “Mente Maestra”, como también se le conoce al controversial Casablanca. “Nosotros reprochamos la manera en que él coléricamente asumió una serie de críticas y cosas en su programa”, sentenció Roberto Ángel Salcedo, a través de su espacio dominical “Más Roberto”, que se difunde por Telesistema. De su lado, la comunicadora Miralba Ruiz insistió en que “la televisión dominicana necesita una ley. Una ley que la regule, una ley que estimule la producción local, que proteja la identidad cultural de República Dominicana, que permita que los casi desaparecidos programas educativos, infantiles, juveniles y culturales regresen”.