Sube el número de mujeres en casas de acogida

La cifra de mujeres víctimas de violencia asistidas en las dos únicas casas de acogida se duplica cada año, una muestra del incremento de violencia doméstica en el país.

La cifra de mujeres víctimas de violencia asistidas en las dos únicas casas de acogida se duplica cada año, una muestra del incremento de violencia doméstica en el país. En los últimos cuatro años, unas 200 mujeres agredidas por su pareja o expareja, junto a sus hijos -unos 200 niños y niñas-, han recibido atención en las casas de acogida que regentea el Ministerio de la Mujer. De manera gratuita y extrictamente confidencial, las mujeres recibieron asistencia legal y psicológica, alimentación y protección.

La primera casa de acogida abrió sus puertas en 2004, pero como funcionaba con precariedades pronto cerró. En 2008 el proyecto volvió a ponerse en marcha con una lista de 12 usuarias y 31 menores de edad. En los primeros nueve meses del año pasado un total de 125 personas fueron atendidas, de las que 54 fueron mujeres.

La coordinadora nacional del Programa de Casas de Acogida, Gloria Peralta, expone que hace falta contar con al menos un centro por cada región del país para poder cubrir la demanda.

El 2011 cerró sumando más de 225 feminicidios, de acuerdo a los últimos casos reportados en la prensa. La Procuraduría General de la República tiene registrado oficialmente que de enero a noviembre ocurrieron 216 feminicidios.

En tanto, el 2012 muestra un inicio desalentador. Apenas han transcurrido cinco días y ya una mujer de 58 años, fue violada sexualmente y degollada en El Seibo, abre la lista de feminicidios. Mientras que en Moca un hombre celoso hizo 14 disparos a su exesposa, de 34 años, que salvó su vida de milagro.

A pesar de que se habla de un trabajo en conjunto entre distintas instancias del Estado y organismos no gubernamentales para enfrentar la violencia, los resultados aún no se reflejan de la manera esperada.

Peralta sostuvo que no existe una coordinación fuerte entre la Policía, la Procuraduría y el Ministerio de la Mujer que permita una actuación eficaz, por lo que como consecuencia muchos agresores quedan libres, aumentando así el riesgo de muerte de la víctima.

“Otra debilidad del sistema es que hay jueces que por falta de pruebas ponen al agresor en libertad, aunque sea evidente que la mujer ha sufrido golpes”, dijo.

Peralta destacó que como la Policía no apresa rápido al abusador, hay mujeres que abandonan las casas de acogida aún estando en peligro porque se sienten presas, temen perder su empleo y les preocupa la ausencia escolar de sus hijos.

Apuntó que hace falta articular mejor las acciones entre Educación, Salud Pública, la Procuraduría y la Policía. “Necesitamos más apoyo para poder apresar a los agresores a tiempo”, afirmó.

Para este año el Ministerio de la Mujer tiene contemplado continuar con su campaña “Únete”, llevando el mensaje de prevención a través de unas cartillas dirigidas a la mujer, a los jóvenes y a los maestros.

Existen dos modelos de centros de refugio

Hay una Casa de Emergencia, que acoge máximo dos mujeres. Allí las víctimas se refugian por menos de un mes, hasta que se gestione y se ejecute la orden de arresto del agresor.

La otra es la Casa Modelo, que tiene capacidad para recibir a diez mujeres junto a sus hijos menores de 16 años, por un espacio de tres meses, tiempo en el cual se estima que se logre la condena del agresor.

La ubicación de esos centros es secreta para evitar que el hombre violento dé con el paradero de la mujer.

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