Stephen Curry nos ha privilegiado. Desde octubre pasado hasta en hoy día el joven armador no se cansa de dejarnos atónitos una y otra vez, especialmente cuando creíamos que ya lo habíamos visto todo durante la campaña anterior cuando ayudó a Warriors de Golden State a conseguir su primera corona en 40 años.
Pero tal y como dijo Steve Kerr ayer, Curry mejoró de manera dramática incrementando seis puntos a su promedio de la temporada 2014-15. Las palabras “primero” o “único” parecen adornar su carrera que luce fuera de este mundo.
Él reescribe las leyes del baloncesto en cada partido, lo reconfirmó con el fenomenal desempeño el lunes por la noche cuando le anotó 40 puntos a Portland, incluidos 17 en el tiempo extra, después de varios días de inactividad.
Todos, a juzgar por la experiencia con otros atletas del baloncesto y de otros deportes, esperábamos pocos minutos de acción y un partido discreto para él. Su óxido fue evidente, pero no por mucho tiempo. Ayer Curry recibió su segundo trofeo Maurice Podoloff como el Jugador Más Valioso (MVP por sus siglas en inglés) de la temporada 2015-16.
Lo ganó de manera unánime, algo que no hicieron Michel Jordan, LeBron James, Kobe Bryant, Magic Johnson, Larry Bird, Bill Russell y otros grandes de la liga estadounidense.
Curry es la quintaesencia del juego en estos momentos. Él hace cosas que nosotros no estábamos acostumbrados a ver y por eso tiene toda la atención de la NBA en estos momentos. Por supuesto, existe atención de buena y de la mala.
Pero pensar que 131 personas, la cantidad de votantes para el MVP, estuvieron de acuerdo es un elemento que confirma las anteriores líneas y solo deja en el ambiente la expectativa de lo que hará con los Warriors el resto del camino.
Basado en eso, uno quiere entonces verlo jugar todos los días, porque su juego enamora e inspira. Uno desea ver esa clase de espectáculo cada vez que prende la televisión para verle jugar, algo que Curry cumple al pie de la letra.
Curry fue MVP unánime, Curry metió 402 triples (antiguo: récord 286), Curry marcó 17 puntos, récord en un tiempo extra. ¿Qué sigue, señor Curry, qué sigue?
