Higüey.- En el marco de las fiestas patronales y religiosas en esta ciudad, el exgeneral retirado José Miguel Soto Jiménez, disertó la conferencia titulada la Guerra Restauradora y la Guerra de abril, “Dos Revoluciones Burguesas Inconclusas”, actividad realizada en el salón de actos de la Cámara de Comercio y Producción de la Altagracia.
Con el objetivo de analizar y compartir datos históricos y aspectos humanos, sociales, bélicos, económicos, psicológicos y religiosos; personalidades del ruedo político, civil y cultural compartieron anécdotas e intercambiaron inquietudes comentando ambas pugnas revolucionarias.
Soto Jiménez, explicó que ambas gestas de lucha por conquistar la liberación nacional contienen similitudes y diferencias, a pesar de producirse en un trayecto que buscaba la libertad, democracia y soberanía, y luchadas por valientes hombres y mujeres patriotas, a su vez, la historia dominicana atravesó por momentos de dolor.
Explicó que, “conversamos en un diálogo entre todos sobre ambas gestas señalando que llevo alrededor de cinco años consecutivos a las celebraciones de agosto aquí en Higüey, y venimos a compartir sobre la Restauración y abril”.
Existen similitudes y diferencias muy marcadas entre ambas luchas heroicas como los aspectos políticos y partidario, lo socioeconómico, hateros en contra de tabaqueros. Dijo que la Guerra de la Restauración es la sinergia más grande de conflictos independentistas.
“Se logró a sangre y fuego. La cara de la liberación nacional dominicana es fea. Fue una guerra psicológica donde el machete era una señal de advertencia o intimidación a través de los cadáveres que dejaba a su paso, la violencia de armas”, desarrollo.
El militar reveló que entre los principales acontecimientos como la anexión a España en 1861, la Restauración en 1863, el ajusticiamiento a Trujillo en 1961, el golpe de estado a Bosch en 1963 y la Guerra de abril en 1965, se dan márgenes de causalidades en su línea de tiempo.
Del estudio de la historia y el belicismo confesó que es una pasión desde niño por ser el recuento de las glorias del pueblo dominicana. “Fui militar por el amor a esas glorias, de la Independencia y Restauración es una forma de retroalimentar mis inclinaciones y convicciones dominicanista y nacionalista”.
El exgeneral explicó que la Guerra de la Restauración es una profesión de fe porque reivindicó la primera República o Independencia y reiterar la vocación libertaria del pueblo dominicano.
“Yo soy un devoto de la Virgen de La Altagracia, la “chiquitica” y cada vez que puedo, como ahora en esta oportunidad, visito el santuario y me chequeo con la virgen. Me enfrío con ella”, dijo entre risas el historiador.
El también poeta y ensayista, se despidió: “la democracia sin pan, es una flor que nace en un sepulcro”. Alentó a los ciudadanos a ser responsables desde los deberes y derechos. Ser soldados y vigilantes de la ciudadanía.