Un interesante documento que ilustra la Medicina en esa ciudad del sur del país a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, es una carta que el Dr. Simón Striddels le envió, en 1941, al Dr. Heriberto Pieter:Después de saludarlo quiero aprovechar esta ocasión para enviarle las notas que Ud. desea acerca del movimiento de la Medicina en Azua. –Yo asocio mi humilde nombre en dichas notas; pero Ud. quitará lo inútil para el buen éxito del interesante trabajo que está preparando-. He aquí mis apuntes:
En el año 1893, en la ciudad de Santo Domingo fue fundado el Hospital Nacional “Casa de Salud” en virtud de un contrato intervenido entre el Gobierno Dominicano y el Dr. Guillermo Fuente. Mediante dicho contrato, el Dr. Fuente se comprometía a recibir en el establecimiento a los militares enfermos y 10 camas para el servicio de pobres de solemnidad y, el gobierno se comprometía a pagar doce pesos diarios, más $0.40 de ración, para cada militar hospitalizado (¡qué ayuda económica para sostener un hospital nacional!).
Un año después, o sea en 1894, el Dr. Fuente llevó una hija a un colegio de Curazao. Esta circunstancia hizo que el Dr. y yo nos conociéramos en la Farmacia Capriles donde yo trabajaba. Hicimos un contrato para que yo regenteara la botica de la expresada Casa de Salud y sirviera, además, como practicante interno del hospital. Actué así por 10 años, a cuyo término hubo de clausurarse la Casa de Salud.
Rescindido el contrato por parte del gobierno, la Casa de Salud fue sustituida por el Hospital Militar, instalado en el recinto de la Fortaleza Ozama. Además del Dr. Fuente, muerto trágicamente, alternaron en la dirección de la Casa de Salud, como directores, los Dres. Leopoldo Pou, Pietri, Ponce de León y Julio Lyon.
En 1895 pasé a Azua como socio de la Farmacia del Lic. José Pérez. En Azua he actuado hasta el presente. Mi servicio en la botica de Pérez me puso en contacto tanto con el elemento urbano como con el rural. Bien pronto, mi irresistible vocación por la Medicina y la Cirugía me obligó a deferir a las insistentes solicitudes de enfermos (en una población bastante numerosa, donde sólo había un médico en actividad profesional, el Dr. Arturo Alfau). Mi práctica en el Hospital de Santo Domingo, mi entusiasmo, mis largas horas de estudio, me permitieron anotar los mejores éxitos como médico. Y no sólo serví al público, sino también al Gobierno en numerosas ocasiones y al Tribunal como médico-legista.
En 1906 en virtud de una Ley del Congreso, conseguí autorización y exequátur legales para el ejercicio de la profesión. He servido los cargos de médico-legista y de la cárcel, médico de cuarentena, médico de Sanidad Municipal, miembro de la Delegación del Juro Médico y médico director del Hospital Presidente Vásquez (el primer hospital fundado en Azua). El Dr. Blazquez Manchola, como sub-director, y el Dr. Alejandro Cabral, quien nos presentó su valiosa cooperación como cirujano.
Actualmente con el nombre Hospital 19 de Marzo, la institución continúa prestando un servicio muy interesante. Después de mí, han dirigido el Hospital de Azua, Báez Santín, Dres. Teodosio Cuello, Ángel Salvador Noboa O., Ulises Cruz Ayala, Fernando Méndez, y el actual director, Dr. Arístides Estrada T.
Antes de mi llegada a Azua, en una época que puede comenzar desde el año 1863 (un lapso de 1863 a 1895) los siguientes médicos han ejercido en Azua: Dres. Ruperto Canó, José Canó, Espinal, Linares, Olegario Pérez, Tissor, Armando Aybar (1891), Tedeschi (probablemente en 1898), y más reciente aun, el Dr. Luis Felipe Montes de Oca, ausente en Francia. En París, terminó sus estudios. En el Gobierno de Gral. Bordas Valdez, Don Próspero Freites fue designado médico de la Cárcel y de Sanidad Marítima.
Si estos apuntes le sirven en algo, mucho contento para su atto.s.s y buen amigo, S. Striddels”.