La banca múltiple cuenta con un exceso de liquidez superior a los 30,000 millones de pesos. Las tasas de interés han bajado cuatro puntos porcentuales desde mayo y a pesar de esto la demanda de créditos no crece. ¿Que está pasando que los préstamos del sector privado se encuentran estáticos? Para diversos sectores productivos, tanto en el área agrícola como industrial, septiembre registró los niveles de ventas más bajos en varios años. Muchas empresas proyectaron un año dual, con ventas fuertes en el primer semestre y débiles en el segundo. Sin embargo, el primero fue más lento y el segundo pinta más severo.
Las discusiones sobre la reforma fiscal crean sus roces e incertidumbres con los agentes económicos, lo cual no ayuda para motorizar la actividad económica. Muchos están frenando sus planes de inversiones, pues entienden más adecuado tomar las decisiones luego que se redefinan las reglas de juego. Desde el 2008 hemos tratado de ser inocuos a la crisis financiera internacional, a pesar de que no producimos materias primas y nuestros principales socios son Estados Unidos y Europa, donde se inició la crisis y donde se concentra actualmente.
Durante estos años hemos utilizado como válvula de escape el aumento de la deuda pública, incrementando el déficit del Gobierno Central. Sin embargo, ya llegamos a niveles donde la prudencia aconseja un freno. Paradójicamente, aun existe apetito de los mercados internacionales por deuda dominicana y nuestra prima de riesgo ha disminuido. Esto debemos verlo como una oportunidad para mantener costos de financiamientos bajos y no como una señal de los mercados para aumentar la deuda. Recientemente, el FMI corrigió hacia abajo sus expectativas de crecimiento a nivel mundial tanto para este año como para el próximo, previendo un entorno menos dinámico. En adición, la Organización Mundial de Turismo prevé bajo crecimiento en los flujos de turistas a la región del Caribe. Son elementos que nos desfavorecen, y nos obligan a ser más eficientes al momento de fomentar nuestras exportaciones tanto de bienes como de servicios. Por el lado positivo, la moneda China sigue apreciándose, lo cual le resta competitividad global.
Al momento de hablar de reforma fiscal, no podemos desvincular esta discusión con el creciente déficit de nuestra cuenta corriente de la balanza de pagos, la cual ha venido aumentado de manera sistemática, cubriéndose vía flujos de deuda externa y con entrada de capitales financieros, asunto insostenible en el tiempo. Este déficit se corrige aumentando las inversiones extranjeras y las exportaciones de bienes y aumentado las exportaciones de servicios. Es por lo cual que al momento de discutir una reforma fiscal, debemos tener como principio básico el aumento de la competitividad de nuestros sectores productivos.
