No le tengas miedo a la verdad ni a sus consecuencias, porque los caminos por donde transita la mentira son más tenebrosos que la muerte y los restos de su implacable devastación guardan llamas que no se apagan.
Es mejor el viento fuerte que golpea las flores que la corriente subterránea que callada todo lo arrastra.
La verdad se basa en la gracia de Dios y la mentira en el temor a los hombres. La verdad te defiende, la mentira te difama, te autoengaña y te hunde. No mientas por deporte ni por necesidad, ambas cuentas se pagan, pues la mentira no sale de la boca sino del infierno. ¡La verdad sostiene la confianza y la confianza mueve lo mejor de este mundo! ¡Quien habla la verdad promueve la bondad! l