De acuerdo a una recopilación de casos criminales resueltos por la Policía Nacional, entre marzo de 2008 y agosto de 2009 se registraron en el país treinta y cinco asesinatos ejecutados por sicarios.
Los casos de sicariato más connotados de ese período de criminalidad abarcan los asesinatos de siete individuos en la comunidad de Ojo de Agua, Paya, Baní, el 4 de agosto de 2008, en un hecho donde participaron 18 oficiales y alistados de la Marina de Guerra y la Policía, según consigna el expediente remitido a la Justicia.
En esa relación de crímenes del sicariato también figuran los seis asesinatos que se le atribuyen a la red del reo por narcotráfico del puertorriqueño José David Figueroa Agosto.
El jefe de la Policía Nacional, mayor general José Armando Polanco Gómez, en la presentación del compendio de casos criminales resueltos, refiriéndose a los asesinatos ejecutados en el 2010 por sicarios, asegura que actualmente se perciben “apices de alivio y confianza” en la población debido a la respuesta dada por la institución al crimen organizado.
Entre los crímenes de la banda de sicarios de Figueroa Agosto figura el de Vianesa Cesarina Capellán Pérez, sindicada como celestina del boricua y quien fue muerta a balazos dentro del carro que conducía la madrugada del 13 de diciembre de 2008.
José Amado González Soler, teniente coronel de la Policía, fue asesinado el 24 de diciembre de 2009, en un ataque en el que milagrosamente salvó la vida su esposa Madeline Belliard.
A esos crímenes de la red de Figueroa Agosto siguieron los de Omar Antigua Polanco, José Arias Castillo, alias “El Pelotero” (muerto a cuchilladas durante el simulacro de una riña en la cárcel de La Victoria), Rubén Soto Hayet, Jorge Vásquez Santana y Máximo Paredes.
Los sindicados asesinos a sueldo fueron identificados por las autoridades como Gian Enrique Rojas, Ricardo Mateo, Winston Rodríguez Tavárez, José Rodríguez Almonte, Diómedes Moya Durán, Wilhen Ortiz de los Santos, Juan Amauris Rodríguez Minier y José Hidalgo García.
La banda de sicarios tenía su domicilio en la urbanización Los Reyes, en Santiago, desde donde sus integrantes se trasladaba a Santo Domingo para la ejecución de los crímenes.
En adición a esos casos, la Policía descarta entre los crímenes por encargo resueltos el atentado contra el abogado y comunicador José Jordi Rodríguez, el 2 de junio de 2010, cuando fue atacado a tiros tras ser interceptado por dos individuos que se desplazaban a bordo de una motocicleta en momentos en que la víctima llegaba al canal 25 de Santiago.
Como autor intelectual del hecho fue acusado el empresario Rafael Román Román, recluido en la cárcel Rafey. La Policía dice en su informe que a través de Franklin Reynoso y Engels Carela fue contratado el sicario Francisco Alberto Carela por la suma de 1.5 millones de pesos.