El martes 21 de junio en esta misma columna presentamos el caso de Luis Franco, afiliado al Régimen Subsidiado del Seguro Familiar de Salud, quien de acuerdo al diagnóstico de los especialistas necesita una urgente cirugía en sus ojos. Tuvo que cubrir el pago de servicios previos así como la demanda de otros gastos injustificables dada su difícil situación económica en su condición de indigente, y que hasta ese momento no había tenido respuesta aun a su serio problema visual.
La reacción de las autoridades del SeNaSa fue inmediata. Antes de las 8 a.m. de ese mismo día se comunicaron por la vía del teléfono de contacto y en poco tiempo se había programado una reunión para que el afiliado Luis Franco pudiese resolver sus serios problemas visuales.
Quisimos procurar una solución institucional y llamar la atención en relación a problemas estructurales del Régimen Subsidiado vistos a partir del caso que presentamos. Pero ahora existen más que motivos para reconocer que el Lic. Chanel Rosa Chupani, director de SeNaSa, quien se nos informó, se interesó personalmente del caso, sigue siendo el funcionario competente y persona de elevada sensibilidad social y humana que habíamos conocido en el IDSS.
La experiencia vivida a partir del caso de don Luis Franco es que los principales problemas de servicios de salud identificados, más que de una institución en particular, son estructurales. Están vinculados, entre otros, con el retraso en la implementación del modelo de gestión y atención y particularmente del Primer Nivel de Atención; del monto del per cápita que para el Régimen Subsidiado es la cuarta parte del correspondiente al Régimen Contributivo; pero sobre todo a la libertad de elección, lo cual pondría a la disposición de esa población tan necesitada, una gran cantidad de recursos ociosos en establecimientos de salud de iniciativas privadas. Se necesita, además, la verdadera separación de las funciones en el Ministerio de Salud en cuanto a financiamiento, provisión de servicios, regulación y rectoría del sistema de salud.
Con la solución de ese conjunto de problemas estructurales enunciados se podría establecer la plataforma hacia un gran salto de calidad en los servicios de salud en la República Dominicana y superar así los grandes rezagos vigentes que muestran las estadísticas internacionales de salud.
Los inaplazables cambios estructurales sumados a ese espíritu y capacidad de servicio de SeNaSa que confirmamos para el caso de don Luis Franco, humilde y no menos honorable dominicano, es el camino para que desde el Régimen Subsidiado se inicie un definitivo proceso de transformación del sector salud.