Quienes politizan la inevitable regularización de la presencia de los haitianos ilegales deben entender algunos porqués. La generalidad de esos inmigrantes llega sin nombres y se ponen cualquiera. No existen registros de ellos aquí ni en Haití. Algunos cometen fechorías y no hay cómo atraparlos. Ayer un haitiano mató un dominicano en el batey Ocho de Cristóbal, provincia Independencia. Teuddy A. Sánchez, de El Nacional, informa: “Las autoridades policiales identificaron al matador sólo con el apodo de Euri, quien alegadamente se marchó a Haití tras el hecho”. Obvio que el tema arrastra también asuntos de seguridad interna.
Seguridad e inmigración
Quienes politizan la inevitable regularización de la presencia de los haitianos ilegales deben entender algunos porqués. La generalidad de esos inmigrantes llega sin nombres y se ponen cualquiera. No existen registros de ellos aquí ni en Haití.…