Cuando Los Palmeros cayeron abatidos, cuatro jóvenes enfrentados con la artillería más pesada de la Policía Nacional y los organismos de seguridad del régimen represivo de los 12 Años de Joaquín Balaguer, la izquierda dominicana recorría hace varios años los senderos de una división irreconciliable.Amaury Germán Aristy, líder del grupo caído el 12 de enero de 1972 hace mañana 40 años, se había distanciado del Movimiento 14 de Junio hacía varios años. También, había roto su relación con la organización que Francisco Alberto Caamaño Deñó mantenía en Cuba, en donde recibió entrenamiento de guerrilla, previo a su regreso al país para impulsar los Comandos de la Resistencia, que buscaban el poder armado a través de la lucha urbana.
La Policía, encabezada por el general Neit Rafael Nivar Seijas, desencadenó una cruenta persecución contra los revolucionarios a los que responsabilizaba del asalto a la sucursal de The Royal Bank of Canada, ubicada en el sector Naco, de la capital.
El robo a mano armada, en el que se reportó la sustración de 70 mil pesos, ocurrió el 8 de noviembre de 1971. Otro hecho similar en el mismo local, se produjo el 29 de junio de 1970, cuando un grupo de hombres armados, vestidos con ropa militar, golpearon a los policías de servicio y sustrajeron 83 mil pesos.
Sagrada Bujosa, viuda de Amaury, madre de su única hija y activa dirigente de los Comandos de la Resistencia, reconoce que Los Palmeros llevaron a cabo el asalto al Royal Bank, como parte de las “acciones de recuperación económicas” válidas para apoyar la lucha urbana que prepararía el terreno para el desembarco de la guerrilla de Caamaño Deñó.
Sin embargo, asegura que la Policía aprovechó el caso para meter en el expediente a “a un montón de gente que éramos de organizaciones diferentes y que no tenían nada que ver con el asalto, como Memo (Jarry Jiménez Castillo), que aún vive, y a Plinio Matos Moquete, que no tenían nada que ver con eso”.
En 1966 Sagrada encabezó un grupo de cinco mujeres del 14 de Junio, del que formó parte Aniana Vargas, que estuvo seis meses de entrenamiento guerrillero en China, incluyendo tres en una academia militar de Nanking. Casó con Amaury en febrero de 1969 y tuvieron un corto matrimonio, marcado por las separaciones obligadas por las trincheras guerrilleras y la clandestinidad.
El propio Amaury se refirió al asalto, en un comunicado publicado el 1 de diciembre de 1971, como una acción justa, que se inscribía dentro de las estrategias revolucionarias violentas que buscaban las “confiscaciones económicas a la clase dominante”.
“Nosotros, pues, no vemos en el asalto a un banco efectuado por revolucionarios nada denigrante a lo cual abjurar por principio, sino un medio legítimo de adquirir fondos que permitan el financiamiento de la liberación”.
Para los comandos, la Policía puso precio a la cabeza de los guerrilleros, al ofrecer recompensas de RD$3,000 a cambio de información que diera con su paradero.
Amaury cayó después de ocho horas de combate con las fuerzas policiales en el kilómetro 14 de la Autopista Las Américas, en donde hoy será inaugurado un parque de recordación al revolucionario y a sus compañeros Virgilio Perdomo, Bienvenido Leal Prandy (La Chuta) y Ulises Cerón Polanco.
El entonces secretario de las Fuerzas Armadas, contralmirante Ramón Emilio Jiménez, declaró el área de combate como “zona de Guerra” y desplegó 2,500 hombres en armas. El saldo fatal sumó 12 muertos y 7 heridos.
Para Sagrada, una de las grandes frustraciones que sumó a su vida se produjo con la muerte de su esposo en ese combate, desamparado por “una izquierda desunida, insolidaria y dividida”. “Cuando los muchachos murieron, murieron solos”, lamenta.
Sostiene que, por conveniencia estratégica, Cuba cambió su política de apoyo a los focos guerrilleros de la región. También, que Caamaño decretó una división dentro del movimiento dominicano e, incluso, envió a Manuel Matos Moquete, “aunque él no lo admite ni propiciara eso”, a crear una “columna guerrillera paralela a la de Amaury”.
Una penetración desde el principio
Sagrada Bujosa asegura que, con el desenlace de Los Palmeros y las contradicciones señaladas por Amaury a Caamaño, la invasión de Caracoles no fue más “que una inmolación”, del Coronel de Abril. Explica que para el 12 de enero de 1972 Los Palmeros debieron tener una red de guerrilleros que rondaba las 40 personas en todo el país.
“Creíamos que era secreto, pero estábamos penetrados desde el principio por Orlando Castro Hidalgo, que fue el desertor que además participa en la desaparición de Caamaño”.
Recuerda que Castro Hidalgo era un funcionario asignado a la embajada de Cuba en París que desertó en 1969, después de tener contactos con los dirigentes de la izquierda de Latinoamérica que hacían tránsito por Francia para llegar a Cuba.
“Este señor se llevó todos los archivos”, sostiene la viuda de Amaury Germán Aristy.