El cuadro de salud de algunos de los obreros que resultaron afectados con histoplasmosis mientras trabajaban en los túneles de la presa Tavera, sigue siendo de cuidado.
De los 28 que se contagiaron al hacer contacto con excrementos de murciélagos tres murieron, otros siguen bajo cuidados en algunos centros de salud de Santiago y varios ya están en sus casas, aunque siguen en proceso de recuperación.
En la calle principal del barrio San Pedro residen cinco de los 28 obreros que se contaminaron mientras realizaban labores de limpieza en el referido embalse.
En la actualidad, algunos de ellos son atendidos en la Clínica Corominas de Santiago, otros, en el centro clínico Santiago Apóstol. El pánico de los primeros días se ha disipado un poco, pero el temor continúa y es que temen que otros puedan morir o que se produzcan nuevos contagios.
Luis Antonio Fabián (uno de los obreros) aún se encuentra ingresado en el centro médico Santiago Apóstol. Reporteros del elCaribe pudieron conversar con él y confirmaron que se siente optimista de su recuperación. Los médicos le han dicho que podría permanecer una semana más interno.
En tanto que Arcidoro de Jesús Moronta, otro de los que resultó ser víctima de la enfermedad, dijo sentirse bien y no tener dolor ni achaque alguno. “Le doy gracias a Dios que me ha permitido seguir con vida, sigo las indicaciones médicas al pie de la letra, voy una vez a la semana al centro médico Santiago Apóstol, en casa debo ingerir vitaminas y otros fármacos que no recuerdo el nombre”, indicó Moronta.
Dijeron que mientras el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) los ha abandonado, la Empresa de Generación Hidroeléctrica (EGEHID) ha dado seguimiento y costeado los chequeos médicos. Mientras Salud Pública, con la colaboración de empleados del ayuntamiento de Sabana Iglesia, retiraron los desechos del área donde fueron infectados los obreros.