BRASILIA. La expresidenta brasileña Dilma Rousseff arremetió contra el proceso que derivó en su destitución esta semana y prometió mantenerse como una fuerte opositora del nuevo gobierno.En comentarios realizados a la prensa extranjera, Rousseff dijo que la próxima semana se mudará de regreso a su ciudad natal en Porto Alegre, en el sur de Brasil. Cuenta con 30 días para desalojar el palacio presidencial.
El miércoles, el Senado aprobó la destitución de Rousseff por violar las leyes de responsabilidad fiscal en su administración del presupuesto federal. La primera mujer en ocupar el cargo en la historia de Brasil rechazó cualquier irregularidad y a menudo resaltó que mandatarios previos utilizaron medidas contables similares.
Rousseff afirmó que no ha desarrollado un plan a largo plazo respecto a su futuro, pero que no desaparecerá de la vida pública.
“No tengo planes políticos de gobierno, pero sí tengo planes políticos. Me opondré a este gobierno”, subrayó.