El director general de Presupuesto, Luis Reyes Santos, planteó que la sociedad dominicana está conminada a enfrentar las rigideces que afectan el manejo presupuestal, debido a que los compromisos fijos atan el 50% de los ingresos, lo que hace “prácticamente difícil el manejo y el cumplimiento de las metas fiscales”.
El funcionario dijo que los compromisos fijos obstaculizan la formulación, la estructuración de un proyecto de presupuesto con característica que permita una mayor flexibilidad en el manejo del gasto público.
“Si uno excluye las aplicaciones financiera del presupuesto, digamos el gasto puro y duro que impacta la actividad económica y el bienestar de la gente, ese gasto asciende a 500 mil millones de pesos en el proyecto de presupuesto para el año 2014”, dijo.
Entrevistado en el Desayuno Económico de elCaribe, donde asistió en compañía del economista Alejandro Mercedes, asesor económico de la Dirección General de Presupuesto (Digepres), y el periodista Bernardo Núñez, relacionista público, Reyes Santos explicó que la inflexibilidad presupuestal se da no solamente desde el punto de vista de las leyes que asigna porcentajes específicos a determinados sectores, sino en la composición misma de gasto.
Manejo de recursos
Para ilustrar la poca maniobrabilidad que permite el presupuesto para su formulación, citó que para el 2014 hay consignado 109 mil millones de pesos a educación preuniversitaria, por el cumplimiento del 4% del producto interno bruto (PIB), 53 mil millones a la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), 70 mil millones de pesos para sueldos y salarios, excluyendo lo que se paga a educación preuniversitaria que ya está contenido en los 109 mil millones.
“Y de esos RD$70 mil millones es bueno enfatizar, porque muchas personas dicen que hay dispendio, que hay una gran cantidad de recurso que corresponden a gastos de sueldo en el sector salud, médicos, enfermeras, a policía y militares.
“Ese es el mayor componente de esos 70 mil millones de pesos, de hecho el gasto en educación, salud, Fuerzas Armadas y Policía Nacional representa el 75% del total de la nómina del Gobierno. Entonces cuando se piensa a veces que hay espacio para recortar ahí, que hay flexibilidad, tenemos que tomar en cuenta esos factores.
“Luego tenemos los aportes que se hacen a los poderes del Estado y a los ayuntamientos, 15 mil millones a los ayuntamientos, 5 mil al Congreso, 4, 600 casi 5 mil al Poder Judicial y tenemos también a las otras instituciones que se crean por mandato constitucional, el caso de los tribunales Constitucional, Supremo Electoral, la Junta Central Electoral, Cámara de Cuentas, que se aplican otros 4 o 5 mil millones. En total estamos hablando de 30 mil millones. La suma total tiene el 50% del presupuesto asignado, y no estamos hablando necesariamente de asignaciones por ley.
El funcionario explica que el presupuesto para su manejo ya en su estructuración misma, independientemente de los mandato de ley, hay problema, hay dificultades, no hay la flexibilidad digamos que permita recorte amplios.
Lo primero que piensa la Digepres cuando enfrenta un problema de esa naturaleza es dónde recorto, cómo comprimir el gasto. “Entonces comenzamos a encontrar esos desafío a los que hacia referencias, tenemos partidas rígidas muy grandes, muy elevada a las que hay que destinar un porcentaje significativo del monto total de gasto consignado en el presupuesto”.
Respondiendo a cuestionamiento sobre el monto y la estructura del presupuesto del 2014, Reyes Santos dijo que no había otra alternativa tomando en cuenta los factores externo vinculantes.
Explicó que el Gobierno se proponía al principio una meta un poca más ambiciosa, pero que cuando “examinamos el entorno entonces se decidió que lo menos mal era irse por el mismo nivel de déficit” fiscal que en el 2013, un 2.8% del PIB.
Había otros factores, pero en el análisis relativo a la situación de endeudamiento prevaleció la idea de tener una situación neutra. “No vamos a ampliar el déficit, pero no vamos a tener una política fiscal más restrictiva, que pueda impactar negativamente el crecimiento, porque claramente vamos a tener una situación desfavorable, en termino de crecimiento, si nos vamos con una meta fiscal más ambiciosa”.
El tema que se trata aquí es cómo uno podría reconciliar estas cosas, pero reitero que me gustaría escuchar, el parecer de las personas que piensan que pudimos tener una meta de déficit más ambiciosa, luego de conocer la totalidad de los insumos, de los criterios que se utilizaron para la formulación.
Hay que entender primero las reducciones, restricciones, en qué entorno se está formulando ese presupuesto. Precisó que los críticos no están tomando en cuenta las restricciones del presupuesto. l
Reyes Santos está abierto a oír opiniones
El director de Presupuesto dijo que le gustaría escuchar el parecer de los analistas y las personas que piensa que la meta de déficit fiscal pudo ser más ambiciosa, analizado en un contexto donde se pretende fortalecer el gasto social.
Algunas personas, en lo que a mí me parece que puede ser un planteamiento contradictorio, aspiran a fortalecer el gasto social y al mismo tiempo que se baje el nivel de déficit, y entonces la pregunta que uno se hace, si tengo una situación donde los intereses de la deuda me están subiendo, donde yo tengo una situación que a corto plazo no puedo solucionar como es el de CDEEE que le están reclamando más de 15 mil millones de pesos, cómo yo reconcilio eso con una meta al mismo tiempo de menos déficit.
“Recordemos que la política fiscal tiene que cumplir múltiples objetivos, tiene que contribuir al crecimiento de una situación como la que describimos anteriormente”, expuso.