Los activos totales de la banca en el 2012 crecieron un 9%, los préstamos aumentaron un 14%, y las inversiones un 8%. Los depósitos del público un 8.5%, empujados principalmente por el incremento de los depósitos de ahorros.
Las ganancias, luego de impuestos, crecieron un 8% y el rendimiento del patrimonio (ROE) fue ligeramente inferior al del año anterior, alcanzado un retorno promedio del 22.6%. Si bien, se redujo ligeramente la rentabilidad los índices de solvencia aumentaron, reflejando buenos niveles de capitalización.
A todas luces, el comportamiento de banca está a tono con el desempeño general de la economía dominicana: tasas de crecimientos nominales moderadas, aunque estables, un desempeño rentable, aunque inferior al del año anterior.
Esto nos indica que los desbalances que se registraron en el 2012 por el lado fiscal, no llegaron a impactar de manera significativa el comportamiento monetario, como bien reflejan las cifras de la banca.
Sin embargo sí influyó para que las autoridades mantuvieran una política restrictiva de mayores tasas de interés. Desde el último trimestre del 2011 al tercer trimestre del 2012, las tasas se mantuvieron relativamente altas, promediando entre un 16% y un 18%.
Sin embargo, concluido el proceso electoral, ya para el último trimestre del año, estas se colocaron por debajo del 14%. Si bien la intención es la de mantener tasas bajas para dinamizar la economía, esto deberá ser balanceado con el potencial impacto en la tasa de cambio.
Desde noviembre del 2011 se apreció una mayor tendencia a la dolarización de los préstamos y de los depósitos, aunque dentro de rangos prudentes.
Al iniciar el 2012, 20% del total de préstamos otorgados al sector privado se encontraban denominados en dólares, llegando a aumentar a 23% en agosto. Debido a la reciente flexibilización de la política monetaria, y la reducción de la tasa de interés, esta cifra ha venido disminuyendo ya que se torna más atractivo endeudarse en pesos.
En torno a la dolarización de los depósitos bancarios, estos se han incrementado ligeramente desde el tercer trimestre, fruto de la misma baja en la tasa de interés. Actualmente el 29% de los depósitos del sector privado en la banca están denominados en dólares.
Debido al déficit que tenemos en nuestra cuenta corriente de balanza de pagos, este acto de balance entre tasas de interés y tasa de cambio seguirá siendo tema de estrecho monitoreo por los agentes económicos, y como ya nos hemos ido acostumbrando, los ajustes tienden a inclinarse vía la tasa de interés. l