La alianza con el PRSD constituiría un golpe de efecto que el candidato presidencial Hipólito Mejía necesita para contrarrestar las conquistas de su principal competidor.Pese a que los bloques de aliados han sabido sumar hasta 11 puntos a la fuerza principal en unas elecciones presidenciales, los políticos utilizan las adhesiones de partidos, movimientos y personalidades como estrategia para proyectar la percepción de consenso masivo en torno a sus aspiraciones.
En esa dirección, Danilo Medina, postulado por el oficialista Partido de la Liberación Dominicana, se ha anotado varios puntos. El 2 de noviembre de 2011 anunció que su compañera de boleta será Margarita Cedeño, la esposa del presidente Leonel Fernández, de quien se veía distanciado desde las primarias de 2007, por la nominación presidencial.
El 9 de enero de este año, Medina selló alianza con Jorge Radhamés Zorrilla Ozuna, exjefe del Ejército en el gobierno de Mejía y aliado del PRD en 2010. Aunque un grupo del Movimiento Cívico Renovador ya objetó el acuerdo, por lo pronto la organización está comprometida.
Para ampliar el inventario, el domingo pasado la asamblea del Partido Reformista Social Cristiano ratificó la decisión de un organismo subordinado que otorgó al presidente, Carlos Morales Troncoso, los poderes para firmar un pacto electoral que, como ya él anunció, será con el PLD. Este hecho muestra la debilidad de que hay dirigentes que objetan la decisión y la ventaja de que se trata de la tercera fuerza política del país, aun cuando haya bajado del 5% en unas votaciones.
Pactar con el presidente del Partido Revolucionario Social Demócrata, Hatuey De Camps, quien ayer dijo que también se ha reunido con Medina en su proceso de evaluación hacia una alianza, representaría una casilla adicional para el rostro de Mejía en la boleta electoral y una reivindicación histórica: Se garantizaría el apoyo de quien salió del PRD en 2004, por su oposición férrea al fallido intento de reelección. En los comicios legislativos de 2010, el partido de De Camps obtuvo 20,681 votos, para un 0.62%.
Todavía a los candidatos más cimeros en las encuestas les quedan posibilidades con Dominicanos por el Cambio (DXC), de Eduardo Estrella; el Partido Nacional de Veteranos y Civiles (PNVC), de Juan Cohen, y el Demócrata Institucional (PDI), de Ismael Reyes.
Mejía ya cuenta con el respaldo de una facción del PRI, presidida por Trajano Santana, metido en una disputa interna que está en conocimiento en el Tribunal Superior Electoral, y tiene también posibilidades con grupos de reformistas disgustados, de los cuales ha juramentado a algunas directivas provinciales.
En todos los frentes
La lucha también se da en las áreas deportiva y artística. Mejía cuenta entre sus adeptos con peloteros como Fernando Rodney, Miguel Olivo, José Valverde, José Mercedes y Bernardo Tatis. Desde el lado oficialista, Medina anunció ayer el respaldo de los cantantes Sexappil, Marcos Yaroide y Héctor Aníbal y un grupo de intérpretes urbanos.
Leonel y Miguel: realidades opuestas
Lo normal es que el presidente de un partido juegue un papel orgánico y activo en la campaña electoral. Sin embargo, en este proceso se dan circunstancias especiales en las que Medina le lleva ventaja al opositor Mejía.
La definitiva integración de Miguel Vargas Maldonado, del PRD, implicaría no sólo un logro mediático de Mejía, sino además la extinción de un foco de distracción. Este paso todavía está por verse. En cambio, el presidente Leonel Fernández, del PLD, se internará en los barrios capitaleños a hacer campaña este fin de semana.