Puerto Plata. El intento de rescate de los inmuebles patrimoniales ha encontrado escollos que van desde la falta de recursos para restaurar las viviendas, hasta quienes se oponen a la forma en que opera el museo Gregorio Luperón.Desde el pasado año, la alcaldía y Patrimonio se han embarcado en un plan de rescate de las edificaciones ubicadas en pleno casco urbano.
La mayoría de viviendas de estilo victoriano están ubicadas en la calle Duarte, y otras en todo el entorno de la Catedral.
Hasta el momento solo la casa 54 de la calle 12 de Julio donde vivió el prócer de la Restauración, Gregorio Luperón, opera con normalidad como un museo.
La vivienda de dos niveles, restaurada e inaugurada por el entonces presidente Leonel Fernández, consta de tienda, un museo en el que se exponen piezas como cañón, espada y un piano de casi 200 años, propiedad de Luisa Luperón, hija de Gregorio Luperón.
Defensa
Nani Silverio, encargada de comunicaciones, explica que en el área del café se realizan presentaciones de karaoke.
Mientras que en el salón multiuso se llevan a cabo conferencias, y el patio de estilo español es usado para bautizos y cumpleaños. Diariamente, al museo llegan hasta cien personas. Para poder solventar los gastos, cobran 200 pesos a los extranjeros, cien a los adultos, 50 a los niños y 35 a los estudiantes.
“La cafetería donde se realiza el karaoke la tenemos alquilada, pero lo que estamos buscando es atraer a los puertoplateños a que disfruten de las actividades culturales”, apunta Silverio al hablar con reporteros de elCaribe.
Los puertoplateños vieron como hace años se inició un proceso para pintar las casas patrimoniales, pero este proyecto fue abandonado y hasta la fecha están a la espera de que estos inmuebles sean restaurados.
Puertoplateños creen dan mal uso al museo
Sin embargo, no todos en Puerto Plata están de acuerdo con la utilización que se le da al museo. Juan Yamil Musa considera como falta de respeto a la memoria histórica del General Gregorio Luperón el uso que se le está dando al museo.“Puerto Plata duró años reclamando un museo de uno de sus hijos más notables, para que se dediquen a este tipo de actividad”, apunta Musa.
