Mañana 25 de septiembre, se cumplen 49 años del derrocamiento del primer gobierno elegido libremente por el pueblo dominicano después de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
El profesor Juan Bosch apenas tenía siete meses implementando profundos cambios en la estructura sociopolítica y económica de la República (tomó posesión el 27 de febrero de 1963) cuando fue derrocado por sectores de las Fuerzas Armadas, que impusieron un triunvirato.
El golpe contra Bosch y la crisis política que le siguió provocaron menos de dos años después un levantamiento militar, una guerra civil y la intervención militar norteamericana.
Para recordar los detalles y el aprendizaje que se desprende de este acontecimiento, la Fundación Juan Bosch desarrollará el miércoles 26 una jornada de análisis retrospectivo y coyuntural denominada “El golpe contra el pueblo”, segura de que el derrocamiento contra el Presidente electo por el pueblo fue el derrocamiento de la voluntad y los anhelos del pueblo.
“Será un evento para aportar a las nuevas generaciones elementos que les permitan analizar y comprender lo ocurrido el 25 de septiembre de 1963, cuando fue derrocado el gobierno legítimo de Juan Bosch, cercenando el orden constitucional y haciendo que el país transitara por un camino de lucha contra el régimen golpista, durante varios años, lo que desencadenó en los sucesos acaecidos en 1965”, señala la entidad en el documento de convocatoria. En la actividad, que se llevará a cabo en la sede del Teatro Guloya, a las 6:00 de la tarde, la alta dirigente del PRD Milagros Ortiz Bosch; la viuda del coronel constitucionalista Rafael Tomas Fernández Domínguez, Arlette Fernández; y Xiomara Zelaya encabezarán un conversatorio sobre el mandato de Bosch y sus posteriores consecuencias.
Luces de la democracia dominicana
Juan Emilio Bosch Gaviño fue juramentado como presidente Constitucional de República Dominicana el 27 de febrero de 1963, luego de resultar electo con el 60% de las votaciones. De inmediato, inició un los preparativos para promover la aprobación de una Carta Magna democrática y moderna. Los remanentes de la dictadura no lo toleraron y lo derrocaron.