Como una forma de propiciar un proceso de reactivación de la economía, una medida oportuna que debe tomar el electo presidente, licenciado Danilo Medina, tras asumir la primera magistratura, sería la aprobación de una amnistía fiscal, por lo menos para las pequeñas y medianas empresas que así lo ameriten.
La actual escasez de circulante, unida a la alta tasa de desempleo y disminución del auge comercial y otras muchas dificultades que heredará el nuevo gobierno, requiere de oportunas correcciones en ese campo de la economía.
De nada le valdría al nuevo gobierno mantener una eficiente política recaudatoria, mientras, por otro lado, se vea privado de recibir los ingresos fiscales correspondientes, por evasiones, a veces no deseadas, de parte de importantes contribuyentes.
Para ningún empresario o simple ciudadano resulta estimulante ver incrementar el monto de sus cargas impositivas por los recargos que la Dirección General de Impuestos Internos le acumula mensualmente por incumplimiento.
Una medida de borrón y cuenta nueva, si no general, por lo menos parcial, respecto a una posible amnistía fiscal, permitiría a muchos contribuyentes regularizar su situación con la DGII, logrando, de paso, una recuperación económica oportuna con resultados positivos para todos.
Tal medida sería implementada en la proyectada reforma fiscal integral sugerida por un importante sector empresarial y de la que se han hecho eco autoridades económicas del sector oficial. Reputados economistas expertos en asuntos tributarios como Francisco Canahuate, ya han advertido sobre el riesgo de una posible profundización de la actual crisis económica, de no tomarse a tiempo oportunas medidas en el campo fiscal. Dentro de tales medidas estaría la reducción de tasas impositivas, aumento de la base contributiva y la derogación de los tributos de escasos rendimientos, los cuales, a juicio suyo, complican la distribución tributaria, y obstaculizan y encarecen los trámites tributarios.
Dada la expresa reiterada intención de Danilo Medina durante su pasada campaña electoral de encauzar el país por sendas de progreso en el campo económico social, he ahí una buena propuesta a ser tomada en cuenta tan pronto asuma la primera magistratura.