Qué será lo que tiene

Luego de  meses de conflicto, finalmente se anunció  una posible solución en relación con el malestar y desconfianza…

Luego de  meses de conflicto, finalmente se anunció  una posible solución en relación con el malestar y desconfianza ocasionados por la salida del ex administrador general de Informática de la JCE por supuestas diferencias con el director Franklin Frías; de quien el primero era el superior jerárquico desde que fuera designado en el año 2003 a solicitud de la entonces Comisión de Seguimiento Electoral coordinada por monseñor Agripino Núñez Collado.

Como se sabe, paradójicamente los que ahora han defendido la permanencia en la JCE del director de cómputos, antes expresaron su total desconfianza con respecto a su persona, lo que hizo necesario no sólo la designación de un administrador general por encima de éste, sino la realización de un informe técnico por los asesores de informática de la referida comisión de seguimiento que evidenciara las falencias de la plataforma informática de la JCE y sirviera de apoyo a las acciones que debían emprenderse para corregirlas y garantizar el proceso electoral.

Ocho años más tarde, luego de un largo escarceo, la Iglesia Católica logró la firma de un acuerdo que aunque no soluciona la situación, pretende devolver confianza y credibilidad al cómputo electoral a través de la creación de una Gerencia Informática interina.

Esta Gerencia que sustituye transitoriamente la dirección de cómputos hasta que concluya el proceso electoral, tendrá que ponerse de acuerdo pues sus decisiones deben ser unánimes, incluyendo el voto del hasta ahora cuestionado director, lo que pudiera dificultar la toma de decisiones; las que de no alcanzarse la unanimidad deberán ser sometidas al presidente de la JCE y, de persistir el desacuerdo con la decisión de éste, al pleno.

Dada la cercanía de las elecciones, este sistema de decisión podría simplemente postergar u obstaculizar acciones necesarias; y el acuerdo se limita a recomendar a la JCE realizar una auditoría técnica al centro de cómputos y al padrón electoral; auditoría que hace tiempo debió iniciarse aunque el hecho de que la encargue la misma JCE le reste objetividad.

Por eso el representante en esa Gerencia de la Iglesia Católica, reconocido experto en la materia y el único que no habría sido electo por un partido, tendrá que jugar un rol determinante aunque más bien de observador ya que su voto no haría la diferencia, para activar los mecanismos necesarios que coadyuven  la toma de decisiones.

Muchos meses de inquietud y de esfuerzos para arribar a un acuerdo que deja intacto el problema más allá de las elecciones, deben hacernos reflexionar sobre las causas que han motivado dos crisis en el centro de cómputos de la JCE para las que se han buscado soluciones rebuscadas pero manteniendo siempre la persona que las provocó.

Hay  que preguntarse qué es lo que tiene el director, que los que están en la oposición le recelan pero no se atreven a revelar abiertamente porqué y los que aspiran a mantenerse en el poder buscan cualquier forma para mantenerlo dentro. Esperemos que llegue el día en que no tengamos que seguir poniendo remiendos.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas