Desde hace varios días ha estado circulando el rumor en importantes medios de comunicación y programas de opinión pública tanto de radio como de televisión, sobre la posibilidad de que se produzca un retiro de la actividad periodística del periodista Marino Zapete, para ir a formar parte del nuevo gobierno.
Aunque la especie ya ha sido desmentida reiteradamente por Zapete, sería una lástima el que no llegara a concretizarse el señalado nombramiento de éste frente al organismo encargado de vigilar y combatir el criminal flagelo de la corrupción. Ante el auge alcanzado por la inmoralidad y el generalizado desorden antisocial que afecta a la colectividad nacional ante la absoluta y asombrosa indiferencia oficial, hoy más que nunca se precisa, sin mayor dilación, de la escogencia de ciudadanos decentes, responsables y de mucho valor, para tratar de retrotraer nuevamente a la sociedad dominicana los valores morales de decoro y pulcritud.
Por su ya probada virtud moralizante, la posible escogencia de Marino Zapete sería de gran valor y garantía de honestidad y decencia tanto para el gobierno que se inicia como para la población en general.
En consecuencia, ojalá tal versión sobre la posible escogencia de este prestigioso comunicador social que es Zapete y su aceptación al citado cargo, pudiera llegar a materializarse.
Pero, lamentablemente, según pudimos escuchar de los propios labios del comunicador, quien pese a haber admitido haberse reunido con el presidente electo, de quien dijo ser amigo, significó que en ningún momento se trató entre ambos el tema de su posible designación en el nuevo gobierno.
Fue aún mucho más lejos Marino Zapete al advertir de manera enfática que de ninguna manera estaría en disposición de aceptar su designación.
Hay que destacar que un paso de esta naturaleza sería el primer gran positivo ejemplo que daría el nuevo régimen a instalarse el próximo 16 de agosto bajo la presidencia del licenciado Danilo Medina Sánchez.