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Astaná, 28 nov (EFE).- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró hoy que la producción en serie del nuevo misil balístico hipersónico ‘Oréshnik’, utilizado por primera vez la semana pasada, en un ataque contra una fábrica militar ucraniana, ya ha comenzado.
“La producción en serie de ‘Oréshnik’ ha comenzado”, dijo el jefe del Kremlin en Astaná, donde asiste a una cumbre de la alianza militar postsoviética Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
Putin insistió en que Rusia “se vio obligada” a probar el nuevo misil en condiciones de combate “en respuesta a ataques con armas occidentales contra el territorio de las regiones de Briansk y Kursk”.
Agregó que se refiere a los ataques con misiles estadounidenses ATACMS y británicos Storm Shadow que golpearon infraestructuras militares rusas en varias ocasiones durante los últimos diez días.
“A pesar de nuestras advertencias sobre el peligro de una escalada del conflicto, se llevaron a cabo ataques contra nuestro territorio”, constató el jefe del Kremlin.
Recordó que Rusia ha advertido en repetidas ocasiones de que los ataques con armas de largo alcance occidentales significarían “la participación directa” de países de la OTAN en el conflicto armado en Ucrania, “ya que el uso de esas armas sin la participación directa de personal militar y especialistas de los países de la OTAN es simplemente imposible”.
Putin aseguró que Rusia continuará respondiendo a los ataques contra su territorio y su Ministerio de Defensa está eligiendo nuevos objetivos para ser golpeados, que podrían ser tanto instalaciones militares como centros de toma de decisión en Ucrania.
“En última instancia, seleccionaremos los medios de ataque dependiendo de la naturaleza de los objetivos elegidos para la destrucción y las amenazas creadas para la Federación de Rusia”, aseguró.
En este sentido, aseguró que actualmente Rusia tiene varios sistemas parecidos al ‘Oréshnik’ y “listos” para su uso en condiciones de combate.
En cuanto al propio misil ‘Oréshnik’, Putin aseguró que todo que se encuentra en el epicentro de la explosión causada por el ataque con ese arma “se convierte, de hecho, en polvo”.
Putin reiteró que la velocidad del misil (2,5-3 kilómetros por segundo) lo convierte en indetectable para las baterías antimisiles enemigas, pero insistió en que no se trata de un arma de destrucción masiva, ya que es mucho más precisa.
A la vez, el presidente ruso asignó la semana pasada el nuevo misil a las Fuerzas Estratégicas rusas, en gran medida, por tener un alcance de varios miles de kilómetros.
Mientras, el comandante de las fuerzas estratégicas rusas, Serguéi Karakáev, lanzó una advertencia a los países europeos al asegurar que Oréshnik “puede golpear objetivos en toda Europa”.EFE