Para que el plan nacional de alfabetización sea efectivo, es preciso hacer una campaña no simultánea, con más intensidad y efectividad en cada localidad.Estas observaciones sustentan un anteproyecto de Alfabetización de Adultos elaborado por el rector de la Universidad de la Tercera Edad (UTE), José Nicolás Almánzar, donde señala que es recomendable dividir en seis grupos las provincias del país, con una campaña que dure cuatro meses en cada uno, y que se desarrolle un proyecto especial paralelo para el Gran Santo Domingo, ya que no es factible alfabetizar al país de manera global y simultánea.
También recomienda el uso de la Cartilla Quisqueya, utilizada en la campaña de alfabetización de adultos en 1969, con resultados positivos, por estar fundamentada en el método de palabras normales o generadoras como ala, pala, mata…
La cartilla está concebida para alfabetizar a un adulto en 60 horas, que puede cumplirse en 30 días, utilizando dos horas diarias, y como no es excluyente pueden aprovecharse todos los materiales educativos que presenten los sectores que se ofrezcan para la campaña.
Sugiere que la edad que ha sido delimitada para la alfabetización (15 y 30 años) se aumente hasta los 45, tomando como base el hecho de que según el censo de población y familia, en estos sectores es donde se encuentran los mayores márgenes de iletrados, y el promedio de vida ha aumentado a 76 y 79 años.
La propuesta indica que quienes se desempeñarán como alfabetizadores deben ser estudiantes de bachillerato, pastoral juvenil de la iglesia Católica, iglesias cristianas, así como miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas.
La propuesta de organización del plan de alfabetización fue remitida al presidente Danilo Medina para su consideración.