BOSTON (AP) — El sospechoso de perpetrar el ataque con bombas en el maratón de Boston, Dzhojar Tsarnaev, se declaró inocente el miércoles de 30 cargos, incluido el de uso de un arma de destrucción masiva para matar, en su primera comparecencia pública desde su captura a mediados de abril.
Mientras víctimas de los ataques miraban en la corte, Tsarnaev, de 19 años, esbozó una sonrisa a sus hermanas. El acusado parecía tener una herida en la mandíbula y había inflamación alrededor de su hijo izquierdo y su mejilla.
Al escuchar el primer cargo, se inclinó hacia un micrófono y dijo “inocente” en inglés con acento ruso. Repitió la declaración una media docena de veces. Seguidamente, fue sacado de la corte esposado, y frunció los labios para enviar un beso a su familia.
Su hermana sollozó ruidosamente, descansando la cabeza en el hombro de una mujer junto a ella.
Tsarnaev enfrenta 30 cargos federales y podría recibir la pena de muerte.
La audiencia se realizó en una sala fuertemente custodiada y atestada no solamente con víctimas, sino también sus familiares, policías, miembros del público y la prensa.
Tsarnaev se vio básicamente como en una foto circulada tras su arresto. Pareció despreocupado, casi aburrido, durante la audiencia. Una escayola le cubría el antebrazo izquierdo, la mano y los dedos.
Las víctimas presentes mostraron poca emoción en la corte, luego que un alguacil advirtiese contra exabruptos.
El ataque del 15 de abril mató a tres personas e hirió a más de 260. Las autoridades dicen que Tsarnaev y su hermano mayor, Tamerlán, orquestaron las explosiones. Tamerlán Tsarnaev murió en un tiroteo con la Policía tres días después del ataque.
Dzhokhar Tsarnaev fue arrestado el 19 de abril, capturado cuando se escondía en un bote manchado de sangre en el patio de una casa suburbana, luego de una operación policial que paralizó gran parte del área de Boston. Fue hospitalizado con heridas sufridas en el tiroteo.
Sus dos hermanas estaban en la corte luciendo atuendo musulmán. Una de ellas llevaba un bebé, la otra se secaba las lágrimas. Los padres de Tsarnaev se quedaron en Rusia.
La abogada de Tsarnaev, Judy Clarke, experta en casos de pena capital, le pidió a la jueza que entrase las declaraciones de inocente a nombre de su defendido. Pero la magistrada federal Marianne Bowler dijo: “Le pediría que él respondiese”.
Tsarnaev está acusado además del asesinato de un policía del Instituto Tecnológico de Massachusetts y el secuestro de un automovilista durante el intento de escape de los hermanos.
Reporteros y espectadores comenzaron a formar fila para entrar a la corte a las 7:30 de la mañana, mientras decenas de agentes federales con perros detectores de explosivos rodeaban el edificio. Cuatro horas antes de la audiencia, el acusado llegó en una caravana que incluyó una furgoneta, un Humvee y un auto patrullero policial.
Una decena de partidarios de Tsarnaev vitorearon al llegar la caravana, gritando “¡Justicia para Jahar!”, como es conocido Tsarnaev. Una mujer llevaba un cartel que decía: “Liberen a Jahar”.
Lacey Buckley dijo que viajó desde su casa en el estado de Washington para asistir a la audiencia. Buckley dijo que nunca ha conocido a Tsarnaev, pero vino porque piensa que es inocente. “Yo pienso que muchos de sus derechos fueron violados. Ellos (las autoridades) casi asesinan a un muchacho desarmado en un bote”, dijo.
Un grupo de amigos que hicieron parte del equipo de lucha en la escuela secundaria Cambridge Rindge and Latin esperaron fuera de la corte durante horas, esperando conseguir un asiento.
Uno de ellos, Hank Álvarez, dijo que Tsarnaev era pacífico, calmado y apolítico cuando estaba en la escuela.
“Conociéndole, es difícil para mí aceptar que él lo hizo”, dijo Álvarez, de 19 años.
Otro amigo, Shun Tsou, de 20 años, dijo que Tsarnaev era como “un guerreo silencioso”, y añadió que no tenía una opinión clara sobre si Tsarnaev era inocente o culpable.
La fiscalía dice que Tsarnaev, musulmán, escribió sobre sus motivos para el ataque en las paredes y vigas de la embarcación en la que fue capturado. Escribió que el gobierno estadounidense estaba “matando a civiles inocentes” y que “nosotros, los musulmanes, somos un solo cuerpo, si hieres a uno nos hieres a todos”.
Tres personas — Martin Richard, de 8 años; Krystle Marie Campbell, de 29; y Lingzi Lu, de 23— murieron al estallar las dos bombas, que fueron armadas con ollas de presión, pólvora, clavos y pedazos de metal. Numerosas víctimas perdieron las piernas.
