Los trabajos de construcción del proyecto múltiple de la presa de Monte Grande, y la rehabilitación y complementación de la presa de Sabana Yegua, se inició el día 28 de julio del año 2010 en Barahona, con el primer picazo del entonces presidente de la República, Dr. Leonel Fernández. La construcción del proyecto está bajo la responsabilidad de la empresa brasileña Andrade Gutiérrez, asociado a la compañía dominicana Servinca Ingenieros y Arquitectos y su supervisión está a cargo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI).

El miércoles 3 de abril del 2013, el Gobierno del presidente Lic. Danilo Medina emitió un cheque por 40 millones de dólares a la empresa Andrade Gutiérrez para la continuidad de los trabajos de la construcción de la presa Monte Grande, y el Ing. Olgo Fernández, director ejecutivo del Indrhi, entregó el cheque, durante un acto en el salón de eventos de la Universidad Católica Tecnológica de Barahona (Ucateba), e informó que en los próximos 15 días se entregará otra partida de 20 millones de dólares, para completar 60 millones, a través de un préstamo puente del Banco de Reservas, en lo que se desembolsa un crédito internacional aprobado por el Congreso Nacional. Fuente: elCaribe.
Monte Grande irrigará más de 800 mil tareas dedicadas a la agropecuaria, lo que creará múltiples empleos directos e indirectos, generará entra 15 MW de electricidad, controlaría las inundaciones y sedimentos, contribuyendo a evitar el franco deterioro de la laguna de rincón y el crecimiento del lago Enriquillo, también supliría de agua potable al acueducto múltiple del Suroeste, que beneficiará a más de 400 mil habitantes de las provincias Barahona, Bahoruco e Independencia; en síntesis, esta presa impactará positivamente la economía de las citadas provincias del sur profundo. Un estudio hidrológico realizado por el INDRHI, de simulaciones de caudal obtenidos de la desagregación de datas sobre precipitaciones registradas por estaciones hidro-climáticas (precipitaciones del huracán Georges), se obtuvieron nuevos hidrogramas de entrada y salida de las presas Sabana Yegua y Sabaneta, y otros hidrogramas de los principales afluentes de los ríos San Juan y Yaque del Sur. El caudal pico obtenido a la entrada de los embalses resultó de 2,007 m3/segundo para Sabaneta y 5,621 m3/segundo para Sabana Yegua. También se destaca que uno de los principales resultados fue el análisis de proyectos de embalses propuesto para la cuenca, para determinar en qué medida la operación de los embalses contribuían a la regulación del caudal del río y a controlar las inundaciones. El resultado de este análisis mostró que los proyectos de presas y centrales hidroeléctricas aguas arriba de la presa de Sabana Yegua, no inciden mucho en la mitigación de las inundaciones. En lo referente a Monte Grande, con un volumen de 250 millones de metros cúbicos, se concluyó en este análisis que el proyecto de construir Monte Grande, es muy efectivo para el amortiguamiento de crecidas, por tanto se recomendó como prioritario, para un plan de control de inundaciones. Fuente: (El Indrhi en el desarrollo nacional). Primera edición: Agosto 2006. De ahí la importancia de la construcción de esta anhelada presa.
El proyecto Monte Grande envuelve, además, cinco componentes que son: la rehabilitación y complementación de la presa de Sabana Yegua, así como los trabajos en Caño Lucas, Canal Cristóbal, dren de Canoa, entre otras obras.
Dentro de este contrato de Monte Grande, ya se le construyó a la presa de Sabana Yegua, la amplió el embalse, al cual se le subieron seis metros al muro de coronación, con el objetivo de controlar las crecidas de los caudales del río Yaque del Sur agua abajo de la presa y así evitar inundaciones, además se habilitaron las compuertas de fondo de los túneles, para mejorar el sistema hidráulico. Se construyó un vertedor de servicio de tres mil metros cúbicos, en la margen izquierda de la corona del embalse, para evitar el colapso de la presa.
Este proyecto contempla la construcción de muros de gaviones en ambos lados de las márgenes del río Yaque del Sur, alcantarillas de cajón y puentes para drenaje en la carretera de Cruce del 15 de Azua – Barahona, en los tramos comprendidos entre Canoa, Jaquimeyes, Palo Alto y Pescadería.

En el año 1991, el presidente Joaquín Balaguer, de común acuerdo con el director ejecutivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), Augusto Rodríguez Gallart, autorizó iniciar los estudios para determinar la factibilidad técnica de levantar otra presa en el río Yaque del Sur, la cual actuase como un contraembalse de las presas de Sabana Yegua y Sabaneta, ya que cada vez que las turbinas de ambas presas operaban a plena capacidad, o cada vez que había desagües, el agua se perdía en el mar Caribe, lo cual es injusto en una zona donde cada gota de agua es necesaria para acueductos y agricultura. 

Fue así como en 1991 se nos encargó iniciar los estudios geológicos, geofísicos, geotécnicos y pruebas de permeabilidad Lugeón en el sitio de Los Pasitos, inmediatamente aguas arriba de Quita Coraza, pero los primeros resultados evidenciaron la presencia de un gran sinclinal caracterizado por gravas y arenas de las formaciones arroyo Seco y arroyo Blanco, materiales inestables, con altísima conductividad hidráulica, que impedían emplazar allí una presa.

De inmediato descartamos a Quita Coraza y continuamos la exploración de la zona aguas arriba hasta encontrar algún lugar adecuado, y fue así como después de muchos estudios logramos identificar el sitio de Monte Grande, aguas abajo de La Boca de los Güiros, como el sitio más adecuado para la obra que complementaría el aprovechamiento de la cuenca hidrológica del río Yaque del Sur.

Desde entonces se han hecho muchos grandes anuncios gubernamentales sobre el inicio de la construcción de la presa de Monte Grande, anuncios que han ocupado grandes titulares en la prensa nacional, y han generado grandes expectativas en una zona donde falta mucha agua superficial, aunque sobra mucha agua subterránea que el país no ha sabido aprovechar para multiplicar la producción agrícola y reducir la extrema pobreza que golpea a la gente.

El pasado jueves, el presidente de la República, Danilo Medina, dejó formalmente iniciados los trabajos de construcción de la presa de Monte Grande, y de seguro que ahora el sueño de Joaquín Balaguer, de Augusto Rodríguez y de todos los habitantes de esa región, se ha de convertir en realidad, porque hasta ahora el presidente Medina ha demostrado actuar de forma diferente a su antecesor, ya que Medina prioriza los recursos estatales en programas y proyectos con una alta tasa interna de retorno, pues cada peso público debe ser correctamente invertido donde más rápido se reproduzca y no donde más rápido se acabe, ni donde más rápido algunos se hagan ricos.

La presa de Monte Grande garantizará el riego permanente de 400 mil tareas de tierras cultivables que hoy reciben irrigación incompleta, incorporará 300 mil nuevas tareas a la producción de alimentos que reducirán el hambre y producirán riquezas para la gente pobre de esa zona, controlará las inundaciones en Vicente Noble, Tamayo, Uvilla, Mena, Canoa, Jaquimeyes, Palo Alto, El Peñón, Pescadería y Habanero, diariamente aportará 45 millones de galones de agua para el acueducto regional del Suroeste, y hasta aportará energía eléctrica limpia y barata.

Danilo dijo que haría lo que nunca se había hecho, y por lo visto está cumpliendo su palabra, porque se atrevió a revisar y modificar el contrato estafa que Leonel le firmó a la Barrick, se atrevió a iniciar las dos plantas a carbón que Leonel no quiso hacer, reubicó la gente inundada de Boca de Cachón a quienes Leonel nunca escuchó, y ahora ha iniciado la presa que durante 12 años Leonel echó a un lado.

Quien suscribe pidió la revisión del contrato Barrick, pidió la construcción de las plantas a carbón, pidió la reubicación de la gente de Boca de Cachón y pidió la presa de Monte Grande, y como Danilo escuchó, y actuó, estoy en el deber de aplaudirle y agradecerle en nombre de quienes queremos un mejor país. l

La presa de Monte Grande garantizará el riego permanente de 400 mil tareas cultivables que hoy reciben irrigación incompleta, incorporará 300 mil a la producción de alimentos, que reducirán el hambre y producirán riquezas para la gente pobre de esa zona”.

Desde el año 1991, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos decidió construir sobre el río Yaque del Sur una presa que sirviera de contraembalse a las presas de Sabana Yegua y Sabaneta, ya que ambas presas, utilizadas para hidrogeneración eléctrica y para alimentar canales de riego, carecen de un contraembalse, lo que motiva que las aguas turbinadas en las respectivas casas de máquinas, los desagües de fondo y los vertidos excedentes, principalmente en días de muchísimas lluvias por tormentas y huracanes, inunden los pueblos de la cuenca baja y luego se pierdan en el mar Caribe.

El primer sitio elegido topográficamente para el emplazamiento de la presa de Monte Grande estaba aguas arriba de la comunidad de Quita Coraza, pero nuestros primeros estudios geológicos sugirieron descartar el sitio por estar ubicado justo encima de un sinclinal donde las gravas y arenas, no cementadas, de la unidad Arroyo Seco, producirían muy altos niveles de filtraciones de las aguas del embalse, erosiones regresivas, tubificaciones peligrosas, e inestabilidad de las laderas vecinas, y de la misma presa, lo que hacía técnicamente inviable la construcción de la obra en ese lugar.

La exploración geológica adicional continuó aguas arriba, y después de estudiar toda la geología de la franja comprendida entre Quita Coraza y la Boca de los Güiros, recomendamos el sitio de Monte Grande,  donde hay más estabilidad de laderas, menos permeabilidad y suficiente volumen de almacenamiento de agua.

La presa de Monte Grande debió estar lista para el año 1996, pero razones presupuestarias retrasaron los estudios complementarios y los diseños finales, mucho más allá de lo prudente, hasta que las inundaciones de Tamayo, Vicente Noble, Uvilla, Canoa, Jaquimeyes, El Peñón, Palo Alto, Pescadería, Habanero, etc., fruto del desagüe espontáneo del embalse de Sabaneta, al llenarse durante el paso del huracán Georges, en septiembre de 1998, demostraron que realmente el contraembalse en Monte Grande es muy necesario y así el tema fue retomado, aunque a paso lento y con pocos fondos.

El 20 de julio de 2009, el Estado dominicano suscribió un contrato con el consorcio Andrade Gutiérrez-Servinca, por valor de US$354 millones, de los cuales US$264 millones corresponden a la nueva presa de Monte Grande; mientras los restantes US$90 millones corresponden a la rehabilitación de la presa de Sabana Yegua, rehabilitación que incluye el recrecimiento del muro para aumentar la capacidad de almacenamiento, la reconstrucción del vertedero de excedencias del estribo derecho, la construcción de un nuevo vertedero de excedencias en el estribo izquierdo y el cambio de las viejas compuertas de los desagües de fondo, y hasta ahora prácticamente todos los gastos se han ido hacia Sabana Yegua, dejando a Monte Grande sólo en estudios geológicos, geofísicos, geotécnicos, sondeos, pruebas de permeabilidad, topografía y ajustes de diseños, pero sin arranque de la presa.

Los senadores de las cinco provincias del Suroeste se han quejado de la falta de interés del Gobierno en la ejecución de esta presa, al extremo que la empresa constructora debió paralizar todos los trabajos y despedir a todo el personal nacional y extranjero hasta que el Gobierno saldara una deuda de US$80 millones acumulada en los últimos 12 meses, deuda que el Gobierno ha comenzado a saldar al entregar US$60 millones, aunque casi el 95% de ese dinero corresponde a los gastos de Sabana Yegua.

La presa de Monte Grande es una obra prioritaria y fundamental para el almacenamiento de agua para acueductos y riego, así como para el control de inundaciones, y postergarla más es hacerle un gran daño al olvidado Suroeste.