Con la escogencia de Kawhi Leonard como “Jugador defensivo del año”, los premios en la NBA han sido lo que esperaba, excepto con el ganador del galardón al “Dirigente del año”, que fue ganado por el coch de los Hawks de Atlanta, Mike Budenholzer. Steve Kerr, como Stephen Curry para el premio al MVP, era mi candidato para el galardón de dirigente. Creo que obtener 67 triunfos en la salvaje Conferencia Oeste es el principal de los méritos de Kerr, amén de que lo consiguió en su primer año de trabajo.
Lo de Leonard, a pesar de que me gustaba mucho para el premio y siempre lo mencioné, no estaba tan claro, especialmente por la poca cantidad de partidos (64) que disputó en esta contienda. Aún así se impuso por votos generales a Draymond Green, de los Warriors de Golden State. En cuanto al premio de Jugador Más Valioso, a pesar de que pienso que James Harden tiene sobrados razones para ganarlo, estoy con Curry, el líder y principal baluarte de los Warriors, quien hizo un poco más que el jugador de Houston. Curry terminó con la tercera mejor eficiencia de la liga (28.0), una estadística que influye de gran manera en las premiaciones.
Curry puso a funcionar casi a la perfección a un equipo con jugadores que no tenían el perfil de estrellas como Draymond Green y Maurice Speights. Lo de Jimmy Butler, jugador de más progreso, y lo de Lou Williams, mejor sexto hombre, era demasiado evidente. Adrew Wiggins no tiene oposición para el galardón de “Novato del año”.