El PRD concurre mañana a las urnas con una marcada división surgida en las primarias internas, frente a un PLD unificado en torno a Danilo Medina.El candidato del oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se sobrepuso a la posibilidad de que el presidente Leonel Fernández buscara una reelección, promovida por un poderoso anillo de funcionarios y dirigentes del entorno del mandatario que, luego de que el gobernante declinó, se dedicó a impulsar una candidatura de la primera dama, Margarita Cedeño de Fernández.
Pero la esposa del gobernante también declinó en momentos en que miembros de la cúpula de su partido rechazaban su precandidatura, que llegó incluso a ser inscrita por el Comité Central del PLD. Medina incorporó a su boleta como compañera, a Cedeño de Fernández, quien al igual que su esposo, desarrolló un amplio frente de campaña en favor de la causa del partido morado.
En el PRD las cosas marcharon diferentes. Cuando enfrentó al presidente Leonel Fernández en la contienda de 2008, Vargas Maldonado logró un porcentaje de 40.48% (con los aliados), después de que Hipólito Mejía, en 2004, terminó en un 33%.
El liderazgo en el PRD estaba del lado de Vargas Maldonado. Pero el 19 de mayo de 2009 firmó con el presidente Leonel Fernández el denominado “Pacto de las corbatas azules” para viabilizar una reforma constitucional que rehabilitó políticamente al expresidente Mejía.
Los problemas entre los dos altos dirigentes se agudizaron con la convención interna de marzo del año pasado, en la que el candidato del PRD logró 53.30% de los sufragios, frente a 46.70% de su contrincante, que se resistió a admitir su derrota.
Durante más de un año la prensa vivió los sobresaltos de rumores que planteaban una reconciliación entre Mejía y Vargas Maldonado, quienes sólo aparecieron juntos en público durante el acto de proclamación oficial del candidato perredeísta.