El equipo de campaña de Hipólito Mejía ha puesto en primer plano
de su agenda electoral las denuncias contra la Junta, la cual cuestiona.
Ya pidió la salida de dos funcionarios clave
¿Qué factores habrían conducido a los estrategas de la candidatura de Hipólito Mejía a concentrar sus cañones hacia la Junta Central Electoral y pedir su reestructuración cuando reclama la salida de dos funcionarios clave? La interrogante es más que oportuna, porque hasta finales de octubre, las denuncias hacia ese organismo no formaban parte de la línea de ataque del candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Más aún, la selección del presidente de la JCE en el Senado, que podía ser decidida sin considerar necesariamente las opiniones del PRD o de su candidato presidencial, contó con su aval, y aparentemente se produjo pese a reservas manifiestas del partido blanco como institución.
Habría que remontarse a octubre de 2010, para descubrir que el equipo de campaña de Mejía modificó su actitud frente a la actual JCE, por razones que no han explicado con calidad hasta ahora.
En septiembre del año pasado, el propio candidato del PRD envió una comunicación a la que entonces era la Cámara Administrativa de la JCE, a propósito de la presentación de sus memorias de la gestión de 2006-2010. Se dirigió al presidente de esa Cámara, Roberto Rosario.
Se excusó por no acudir a la presentación de esas memorias, pero lo felicitaba por su gestión y refería “los notables logros alcanzados al frente de esa valiosa institución…”
Esa carta se produjo en los prolegómenos de la elección de la nueva JCE, y era voz popular que Rosario aspiraba a presidirla. Cuando se produjo la selección de los miembros de ese órgano en el Senado, el Listín Diario publicó el 7 de octubre lo siguiente:
La tendencia del ex presidente Hipólito Mejía acogió hoy la decisión del Senado de designar a Roberto Rosario como presidente de la Junta Central Electoral y a los restantes cuatro jueces de ese organismo.
Esto pese a que el Secretario General de la organización, Orlando Jorge Mera calificó, también hoy, de burla las vistas públicas celebradas para escoger los miembros del organismo.
Pero el coordinador del proyecto presidencial de Mejía, César Cedeño y el vocero Héctor Guzmán aseguraron que la posición de Miguel Vargas en contra de Rosario es de índole personal y de grupo y no representa la posición oficial de ese partido.
Expresaron que respetan la decisión del Senado y exhortaron a Rosario y a los nuevos jueces de la JCE a organizar un proceso electoral transparente, tras afirmar que Mejía participará como candidato del PRD.
Para la misma fecha, el presidente del PRD, Miguel Vargas Maldonado, declaró, y así lo consigna también el Listín Diario, “que esa organización estará en sesión permanente para anunciar al país un conjunto de acciones a tomar contra la elección de la nueva Junta Central Electoral (JCE)”.
Expresó que el partido blando no se siente representado ni tiene ningún tipo de vínculos con ninguno de los miembros seleccionados por el Senado de la República, a pesar de que fueron electos los dirigentes perredeístas Eddy Olivares y Marino Mendoza.
“La ratificación de la JCE de quienes integraron la Cámara Administrativa, es una forma del Senado redistribuir favores a los que permitieron que el presupuesto nacional fuera convertido en un actor decisivo en el pasado proceso electoral”.
Esa situación provocó una reacción del vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, quien dijo que “la elección de Roberto Rosario ha tenido el apoyo no sólo del Partido de la Liberación Dominicana, sino de diferentes organizaciones políticas, incluyendo la del ex presidente Hipólito Mejía, quien se declaró en días pasados que era partidario del apoyo a Roberto Rosario”.
Alburquerque dijo “respecto a las críticas provenientes de seguidores del presidente del PRD por la exclusión de César Díaz Filpo, que “el Senado es soberano, pero se eligió un representante del PRD en la persona de Eddy Olivares, y un representante del Partido Reformista Social Cristiano en la persona de Francisco Féliz, igual que en la Junta anterior”.
Sin embargo, pareciera que ahora los roles han cambiado. Precisamente, hasta el pasado mes de octubre, el candidato del PRD mantenía una actitud moderada hacia la JCE. El 3 de octubre, cuando el miembro de la JCE, Eddy Olivares, arreciaba sus ataques a Franklin Díaz, director del Centro de Cómputos, Mejía dijo:
“Yo soy muy respetuoso de la Junta Central Electoral, y no quiero agregar un ingrediente de discordia. Yo espero que haya solución y que se le encuentre salida a ese caso, yo estoy convencido de que a mí no me hace coca nadie y yo estoy preparado, sabemos cómo se manejan esos aparatos y a mí hay que contarme cada uno de mis votos”.
Pero el discurso fue modificado radicalmente a finales de octubre. Mejía llegó a pedir la intervención de la Iglesia, en particular, de monseñor Agripino Núñez Collado, quien el 31 de octubre emitió una declaración en la que planteaba la necesidad de la vía dialogada para solucionar las diferencias en torno a la dirección del Centro de Cómputos de la JCE.
El 21 de octubre, Mejía envió comunicaciones a la OEA, al Banco Mundial, al Centro Carter, a la Unión Europea, al BID, al PNUD y al FMI donde denuncia un plan de inversión masiva de parte del gobierno para favorecer al candidato del PLD. Las mismas fueron divulgadas el 27 de octubre. Desde entonces, Mejía ha arreciado sus críticas contra la JCE.
Paralelamente, otros miembros del equipo de campaña de Mejía empezaron a hablar de que se orquesta un fraude en su contra. El ex gobernador del Banco Central, José Lois Malkum, en un artículo del 30 de octubre en el diario Hoy planteaba que las sucesivas encuestas a favor del candidato del PLD, Danilo Medina, “es parte de una estrategia del equipo cercano a Danilo para justificar el fraude que se orquesta dentro de la propia JCE…”
En el ínterin, y en una actitud muy distante de la adoptada en octubre del año pasado, cuando la presidencia del PRD fue muy crítica hacia la elección de esta JCE, esa agrupación emitió el miércoles 9 de este mes la siguiente declaración:
“Nuestra organización expresa su posición coincidente a las voces de la Iglesia católica, la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus) y Participación Ciudadana, así como otros representantes de la sociedad que reclaman una salida mediante el diálogo y el consenso, en consonancia con las disposiciones de la ley”.
La misma fue suscrita por el presidente del partido blanco, Miguel Vargas, y Orlando Jorge Mera, secretario general. El PRD no oficializó ante JCE la solicitud de Hipólito Mejía de que Franklin Frías sea destituido de la Dirección de Cómputos.
El equipo de campaña de Mejía ha arreciado los ataques a la JCE bajo los cargos de sospecha y temor a un fraude. El último reclamo es la cancelación del director de Elecciones. El candidato del PLD, Danilo Medina, con un cierto dejo de ironía, apostilló que ya sólo hay que esperar que el equipo de Mejía pida la salida del presidente de la JCE. l
Encuestas y actitudes
El PLD ha dicho que la actitud de Mejía está asociada a una supuesta pérdida de favorabilidad entre los electores. Mejía ha dicho que el PLD ha estado propiciando encuestas para llevar una falsa impresión en el electorado de que ganará, pero según su parecer, sólo formarían parte de un plan fraudulento.
Las encuestas más recientes son Asisa Research Group, del 11 de octubre, concede al PLD un 47.9% y al PRD un 45.5%. Y a Medina un 46% y a Mejía un 42.7. Insight, S. A. en encuesta divulgada el 20 de octubre pasado concede un 47.1 a Medina frente a un 45% a Mejía. Hamilton Compaigns, entregada el 18 de octubre, concede un 46% a Medina frente a un 45% a Mejía.
Y la Zogby Anaytics, del 28 de octubre, que concede un 56% a Mejía-Abinader y un 40% a Medina-Margarita.