Greg Popovich, el famoso y peculiar dirigente de los Spurs de San Antonio, y Andre Iguodala, MVP de la pasada final de la NBA, ofrecieron declaraciones que no puedo dejar de comentar. De forma coincidente, ambas opiniones tuvieron que ver con los Warriors de Golden State, el equipo que tiene en vilo a la liga, gracias a su racha de 23-0 y su sorprende y trepidante estilo de juego.
Primero que nada es bueno aclarar que Popovich no criticó el juego de los Warriors basado en los tiros de tres. Todo lo contrario, él alabó la capacidad de Golden State de anotar triples y reconoció lo difícil que es para los rivales organizar un plan de juego para neutralizarlos.
Lo que sí dijo el viejo zorro es que los triples le agregan al juego de baloncesto un perfil circense y que tirar de tres no es jugar baloncesto. Nunca afirmó que los Warriors jugaban como un circo ni que tampoco jugaban baloncesto. Habló en términos generales.
Es tan así que, a pesar de que no le gustan muchos los triples, reconoció que los títulos de liga que ha conseguido con los Spurs se han dado gracias a los disparos de tres. Admite que son parte del juego ya. Muchos han descontextualizado esas declaraciones y otros entienden que es una estrategia del entrenador a los fines de preparar el terreno mental para el encuentro entre ambas escuadras que será a finales de enero. No creo que sea una ni la otra. Popovich no necesita semejante artificio para enfrentar a un rival. Todos sabemos que es el mejor dirigente de la NBA en estos momentos y que ha tenido cierto dominio frente a Golden State.
Iguodala
Andre dijo que para ganarle a Golden State había que dispararle a todo el equipo. Más fuera de lugar no me parecen esas declaraciones. Poco a poco veo como a algunos miembros de los Warrios se les suben los humos a la cabeza y eso, amigos, puede ser el peor rival que ellos enfrenten en la temporada. El peligro de creerse invencibles en cualquier momento le puede pasar factura de una manera brutal. Cuando se dan ese tipo se declaraciones se crean distracciones innecesarias que hacen que cualquiera pierda el norte. Paciencia, humildad y prudencia ante todo.
