Cuando el Gobierno haitiano decidió endurecer la veda a la importación de pollos y huevos desde República Dominicana, muchos ciudadanos en el país exhortaron al presidente Danilo Medina a que diera una respuesta contundente a su vecino, como forma de hacerse respetar.
Sin embargo, el presidente Medina y sus funcionarios actuaron con cordura, siempre apegados a los procedimientos institucionales establecidos, que aunque no le han dado el resultado esperado, por lo menos no han puesto en riesgo el resto del millonario mercado que representa Haití para República Dominicana.
La explicación está en el hecho de que las exportaciones de la República Dominicana hacia Haití superan los US$1,000 millones y de esa cantidad los pollos y huevos sólo representan el 1.4%, de acuerdo con las estadísticas oficiales.
Así lo indican los informes del Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD), que lamentablemente no están actualizados en 2012 y mucho menos al 2013, a pesar de que ya estamos en el mes de junio.
Las cifras más actualizadas del CEI-RD datan del año 2011. Durante ese año, el país exportó hacia Haití US$1,005.3 millones de diversos artículos como varillas, cemento, plásticos, bebidas gaseosas, productos agroalimenticios y otros. De esa cantidad exportada, los pollos y huevos sólo representaron US$15 millones, es decir, apenas 1.49%.
Si el Gobierno dominicano asume una actitud de represalia contra Haití por la veda al 1.49% de su comercio, podría poner en riesgo el significativo 98.51% que representan las demás exportaciones.
En efecto, Haití es el segundo mercado de exportación de la República Dominicana, sólo superado por Estados Unidos. Pero además, el mercado haitiano representa ventajas adicionales para el país, debido a que la mayoría de las exportaciones son de bajo control en cuanto a regulaciones y calidad, lo cual permite a productores locales venderle a Haití bienes que no serían comprados por ningún otro país del mundo.
Otra ventaja de República Dominicana en su comercio con Haití es que no se trata de un intercambio comercial, sino más bien de un exportador neto. En el año 2011 la exportación local hacia Haití fue de US$1,005.3 millones, mientras que las exportaciones de los haitianos hacia República Dominicana apenas alcanzaron US$10.3 millones ese año.
Estas cifras indican que la balanza comercial es de 99 a 1 de República Dominicana sobre Haití, contrario a lo que sucede con otras naciones donde la balanza puede ser 50-50, 60-40, 70-30, a favor de un país o de otro.
Mucho que perder
En una situación de conflicto comercial con Haití, República Dominicana llevaría las de perder, pues en caso de una suspensión absoluta de ese mercado, se perdería una fuente importante de generación de divisas.
En tanto que Haití no perdería nada, pues para esa nación este país no es un mercado de ventas, sino un abastecedor de bienes, que puede ser sustituido por cualquier otra nación, aunque esto implicara costos adicionales.
De ahí que el Gobierno dominicano haya decidido reconocer el derecho soberano que le asiste a los haitianos de ponerle veda a cualquier producto local como es el caso de los pollos y huevos. Por eso, se han abierto gestiones para buscarle mercado a los pollos y huevos locales en otros países, pues República Dominicana tampoco puede exigirle a Haití que le compre esos productos, dado que no existe un acuerdo de libre comercio formal con esa nación y el intercambio se da sin regulaciones más allá de las aduanales.
Los principales mercados de comercio con Haití son Jimaní y Dajabón, aunque también hay intercambio por otros 12 puntos, en menos volumen.
El tema migratorio
Entre las propuestas de “respuesta contundente” que le reclamaron algunos sectores al presidente Medina está la de disponer la repatriación masiva de ciudadanos haitianos indocumentados. Esa opción tampoco ha sido acogida por el mandatario y, por el contrario, el pasado viernes el Gobierno aclaró que no ha hecho repatriación masiva de haitianos y que respeta los derechos migratorios adquiridos.
Una fuente del Palacio Nacional declaró a elCaribe que dos elementos inciden para que el presidente Medina no tome el tema migratorio como represalia contra la decisión de veda haitiana: la primera es que se crearía un escándalo internacional si se producen repatriaciones masivas de haitianos en esta coyuntura, y la segunda es que si bien los ciudadanos indocumentados deben ser legalmente sacados del país, en el caso de los haitianos, tienen un impacto casi determinante como mano de obra para sectores tan vitales como la agricultura y la construcción.
El TLC es una intención que no acaba de arrancar
En su discurso de toma de posesión el 16 de agosto del 2012, el presidente Danilo Medina anunció que a partir de esa fecha iniciaría las gestiones para negociar un tratado de libre comercio (TLC) con el vecino Haití. La propuesta fue aplaudida por los presentes, pero en los hechos no ha pasado de ser una intención. Hasta ahora la comisión mixta bilateral de los dos países ha sostenido muy pocas reuniones y el tema de un eventual TLC ha estado nulo en la agenda de ambas naciones. Analistas consideran urgente ese TLC.