El PLD tiene en sus planes ser el PRI dominicano, y parece que casi lo está consiguiendo. Quieren repetir en las próximas elecciones y para ello ya hicieron el trabajo desde hace ya muchos años. Su presidente y su entorno montaron el tinglado. En principio lo hicieron para que sea él quien regente tal arquitectural política y las cosas no han salido tal y como previó, pero el efecto para los dominicanos es el mismo: dictadura con aparente apoyo popular.
A Leonel Fernández la sombra de la sospecha le acompañará allá donde vaya como si llevara sobre su cabeza una nube de mimes, y poco se habría perdido si su partido le hubiera obligado en su día a dar un paso atrás cuando dejaron que diera pasos adelante sólo para sí mismo y su pretendida grandeza y predestinación. En su teatro de la representación que es Funglode ya no se espera que diga la verdad, pero ni dice solo la verdad, ni menos aun dice toda la mentira, porque no se entiende cuando dice mentiras, porque todo es una unidad en ese teatro.
La cosa hecha o producida por una o varias personas se conoce como “obra” y la obra que nos han presentado en estos años, producción del presidente del PLF y su pandilla, es la que estamos viviendo en estos momentos con el montaje del aparato judicial. Obra mefítica para colar el latrocinio en OISOE, los tucanos, las minas, la venta y distribución de energía, la Sun Land, los Figueroa Agosto, Atiemar y Arturo del Tiempo, y todo un rosario de barbaridades que se van quedando así, como si nada. Danilo Medina ha hecho del “dejar hacer, dejar pasar” su principal herramienta de gobierno. Aquel “Corregir lo que está mal, continuar lo que está bien y hacer lo que nunca se hizo” ya suena a chiste de mal gusto. A burla descarada. Don brinquito brincó la tablita porque el otro la brincó.
LF se ha convertido en una metáfora de la codicia; un tropiezo de mal gusto con una dicción afectada y rellena de frases manidas de los años 90 y la de una falsa erudición. Su día a día es una ansia de fama y fortuna, de deseos que jamás podrán ser satisfechos, que lo llevan a la impaciencia por honores académicos aunque sean comprados. Su ideal sería tener su imagen en una moneda que todos deban conocer, pero antes de ser acuñada ya muchos pretenden deshacerse de ella, por falsa. Un Chuky con apariencia humana. Mientras, el país navega a la deriva sin oposición política en un gobierno en que su altura es inferior a su base del PLD.