No hay dudas de que el sector eléctrico ha mejorado, tanto en la parte de servicio al cliente como en el suministro. Sin embargo, las pérdidas de ese mercado siguen siendo elevadísimas para el Estado dominicano (al menos US$800 millones cada año).
El presidente electo, Danilo Medina, está consciente de que no es posible desarrollar un gobierno efectivo, en cuanto a la distribución de ingresos, con esa carga financiera, además de que debe mejorar aún más el suministro eléctrico. También sabe que la única forma de rebajar los costos del mercado eléctrico es logrando una negociación con los generadores privados.
El Gobierno carece de condiciones para presionar esa negociación y hacer que los generadores cedan en sus cuantiosas ganancias; a menos que tenga una reserva en frío de por lo menos 600 megavatios listos para entrar al sistema en caso de dificultades.
Danilo Medina también sabe que la construcción de una planta de esa magnitud tomaría por lo menos tres años en terminarse, lo cual sería al final de su mandato, y no tendría efecto inmediato.
Pero algo hay que hacer, y se hará. Informes llegados a La Escuela Económica indican que tan pronto asuma el poder, el presidente Medina ordenará la construcción, por cuenta del Estado, aunque mediante financiamientos, de dos unidades de 300 megavatios cada una a carbón mineral y le dará con todo el pie a ese proyecto energético.
Los generadores saben que las nuevas unidades del Estado tardarán en ser construidas, pero, a sabiendas de que la cosa va en serio, aceptarán sentarse en la mesa de negociación ahora y ceder algunas cláusulas de los contratos, lo cual le garantizaría un alivio financiero al nuevo gobierno.
Entre los aspectos a negociar está el régimen de precios por orden de entrada de cada generador, el costo del combustible y sobre quién estaría el suministro, entre otros aspectos que pueden hacer que los costos de la generación bajen un poco y así, combinando eso con la tarifa y una eficiencia en los cobros, será posible bajar en parte el elevado subsidio anual. ¡Así será!