Santiago. El pastor Pablo Ureña, presidente del Programa Niños con una Esperanza, institución de servicios para beneficiar los niños pobres de Cienfuegos, solicitó al Congreso incluirlos en el presupuesto del 2017.Explicó que ha hecho la misma solicitud desde el año 2008, sin que hasta la fecha le haya sido atendida su petición, cuyo objetivo es brindar ayuda a la niñez del populoso sector. En la actualidad ofrecen educación y alimentación a 282 niñas y niñas, pero tiene 30 a la espera de ser ingresados y a los que no han podido dar el sí debido a las precariedades con que trabajan. “Solicitamos una subvención a nombre del Ministerio Evangelístico Tiempo Decisivo, ONG que tiene a su cargo el desarrollo del programa Niños con una Esperanza en el sector Santa Lucía de Cienfuegos”, explicó. El presidente de la entidad dijo que a raíz de los aumentos de los servicios, también se han incrementado sus gastos, por lo que apelan al Estado para poder sustentar el programa.
Solicitan ayuda
“Tenemos más de 30 niños en espera, no podemos acoger más, el soporte que recibimos de International Trash Mountain Proyect no es suficiente para sostener todos los niños”, añadió el pastor. En el programa Niños con una Esperanza, le ofrecen desayuno, almuerzo, una merienda y materiales gastables para hacer sus tareas escolares.
Además, Ureña asegura: “debemos evitar que los niños y niñas queden atrapados en el mundo de las drogas y la delincuencia que afecta a gran parte del país. Estamos preocupados por la situación en que viven muchos jóvenes en nuestro zona, queremos ayudar a más niños, pero la ayuda no llega”. El pastor Ureña ha sido aliado de los más necesitados, en especial de la niñez que habita los barrios del sector Cienfuegos, el más poblado del municipio de Santiago y el que tiene más carencia de servicios.
Programa trabaja con niños pobres
Ureña ha hecho suya la lucha de la niñez sin dolientes, especialmente de la empobrecida comunidad Santa Lucía, también conocida como La Mosca, donde ha establecido el referido programa de asistencia, que cuenta con más de 280 niños y 19 empleados. La mayoría de estos niños han sido rescatados del vertedero de Rafey donde hacían las labores de buzos.