Este martes se tiene prevista una reunión a nivel presidencial entre los países miembros de Petrocaribe. Este programa se ha convertido en un importante activo tanto para la política internacional de Venezuela, como para los países beneficiarios en términos financieros.
Venezuela atraviesa en la actualidad por una situación altamente retadora en términos económicos, posiblemente la más compleja desde la concepción de este programa. El país sufre de desabastecimiento de productos y la diferencia entre la tasa de cambio oficial de su moneda y la del mercado sobrepasa el 500%.
Para nuestro país, así como para muchos otros de la región, Petrocaribe ha sido un importante activo para mitigar el costo de la factura petrolera, convirtiéndose en nuestro caso, en una fuente de financiamiento cardinal. Con plazos y tasas muy ventajosas al compararlo con las demás opciones a nuestro alcance. Venezuela nos presta inclusive a una tasa más baja a la que ellos mismos se financian en los mercados internacionales. En adición, las amortizaciones de la deuda pueden ser cubiertas con exportaciones de productos dominicanos demandados por Venezuela.
Para tener una idea de magnitudes, desde diciembre del 2009 a la fecha, nuestro país ha incrementado su deuda externa en US$6,000 millones, de estos la tercera parte, US$2,000 corresponden a deuda venezolana vía Petrocaribe.
En términos de su clasificación, nuestra deuda externa se fondea principalmente de cuatro fuentes: de organismos multilaterales (BID, Banco Mundial, FMI), de la banca, de bonos soberanos y de países. A esta última se le conoce como deuda bilateral. Mientras en los últimos 12 meses la deuda con los organismos multilaterales se ha reducido en US$216 millones, lo que equivale a decir que hemos amortizado más capital de lo que hemos tomado prestado, la deuda bilateral se ha incrementado US$420 millones.
Ahora bien, a nivel bilateral durante este último año, hemos amortizado más deuda de lo que hemos tomado prestado para prácticamente todos los países, con excepción de Venezuela. La deuda con Venezuela, de octubre del 2012 a octubre del 2013 se ha incrementado en US$570 millones, mientras la deuda con el resto de los países se ha reducido en US$150 millones.
Si bien es importante ir reduciendo los déficits financieros que hemos ido acumulando en los últimos años, y con esto reduciendo los niveles de nuestra deuda pública con relación al PIB, es igual de importante de contar con un perfil de deuda cuyos plazos de amortización y costos de financiamiento sean los más largos y bajos posibles para poder mitigar su carga en los flujos futuros de ingresos. En estos términos Petrocaribe no tiene rival.
Bajo el actual contexto es previsible que a Venezuela le sea cada día más difícil mantener las condiciones vigentes de este programa, nos toca maximizarlo mientras dure, pero también irnos preparando para cuando lleguen cambios.
