La construcción del nuevo destacamento en Villa Mella sigue avanzando mientras lugareños dicen que partes de sus terrenos fueron tomados y han sido víctimas de atropellos.Así lo afirmó ayer Francia Cepeda de la Rosa, quien asegura que sin su permiso y sin reunirse con ella, la construcción de este cuartel comenzó en la avenida Hermanas Mirabal, para el cual se utilizó parte de su terreno, el cual, aseguró, ha estado en manos de su familia por más de cien años.
Explicó que se enteró de la construcción del cuartel cuando los obreros comenzaron los trabajos y que pretendían levantar un muro que no le permitiría siquiera abrir su puerta por completo, por lo que al oponerse agentes policiales quisieron apresarla. “El ayuntamiento no tiene por qué donar lo que no es de ellos”, expresó la mujer, quien dijo que cuanta con los papeles que certifican que es propietaria de parte del terreno.
Sostuvo que los callejones que se han creado por las paredes que se construyeron, están siendo usados por algunos ciudadanos desaprensivos que los utilizan para hacer necesidades fisiológicas, así como en un lugar perfecto para asaltar a los transeúntes.
Comunitarios dicen sentirse prisioneros en sus propios hogares
Los más afectados por la obra, que comprende unas doce casas, dicen sentirse encajonados y aprisionados, ya que la pared levantada para dividir las viviendas del destacamento está muy cercana a sus casas, contrario a unos tres meses atrás cuando aún no habían iniciado la edificación y que en su frente en vez de materiales de construcción tenían diversos árboles frutales sembrados por ellos mismos.
Al preguntarle sobre el tema, el alcalde del municipio Santo Domingo Norte, Francisco Fernández, solo se limitó a responder que no tocaría más el asunto. “Estamos claros que otorgamos ese terreno para que se construya ese destacamento. Algunos están a favor y otros en contra, pero necesitamos ese destacamento”, fueron sus palabras.
Desde que inició la construcción del destacamento, juntas de vecinos presentaron sus quejas por considerar que ese lugar no es el propicio para levantar un cuartel, por ser una zona residencial y de recreación.