Las creencias tratan de ver el mundo y a los seres como un todo, y con ello tratan de dominar ese todo. Ofrecen aplacar el miedo, disiparlo. Inmolarse por las creencias ha sido normal. Sacrificarse por ellas es exaltarse a más, según quienes lo hacen; es tal su sesgo cognitivo. La Creencia como un todo no existe, cada grupo tiene sus creencias. De ahí salen los judíos, los católicos, los musulmanes, los comunistas y fascistas, los ateos, los haitianos, los dominicanos. El patriotismo es una creencia. Es una manifestación mental y visceral.
¿Son más patriotas los haitianos que los dominicanos? Sin ninguna duda. Todo su aparato mental y formativo como nación ha estado basado en el patrioterismo. En el orgullo de ser la primera nación negra en independizarse en América. En haber “derrotado” al ejército de Napoleón. El orgullo de ser negro. De haber nacido negro en Haití; un hecho fortuito tomado como predestinación con significados de grandeza. Sin embargo, el gran dolor de Haití no es ser la nación más pobre de América; tampoco el estar encerrada en un círculo vicioso que sólo lleva al horror y a más miseria. Su gran dolor es haber perdido su supuesta propiedad; la parte este de su reino. En esa obsesión les han encarcelado quienes desde su independencia los han tenido como sus esclavos, sus “restavek”. Todo ese patrioterismo haitiano ha estado vinculado a plenitud en el color de la piel y el odio. Negros, mulatos, y dominicanos. Acusar de racismo a quien les lleve la contraria es su argumento principal, su pan nuestro de cada día. Es la santa trinidad del patrioterismo haitiano. El negro da la cara, el mulato pone el odio, y el dominicano es el enemigo. La cohesión haitiana se logra con el argumento antidominicano. Tan pronto aparece ese argumento se acaban todos los problemas para sus gobernantes. Toda la nación se une en torno a ese odio. Algo parecido le han estado inyectando a los catalanes y vascos en España.
El concepto de patriotismo, que no es más que tribalismo, es aquel que separa a un individuo de un grupo de otro grupo. Es hacer tribu por el color, el dinero, la inteligencia, la fortaleza o belleza física o el equipo de béisbol o futbol. Y visto así, no es tan malo, ha sido parte de la evolución de nuestra especie. El problema es cuando se creen que todo le pertenece a tu grupo, que no existen otros grupos. O cuando crees que tus desgracias existen por la existencia de los otros. Hitler pensaba así, Stalin pensaba, Fidel Castro piensa así, las élites haitianas también piensan así.
