Para ella, el food styling o estilismo culinario, es mucho más que una carrera; se trata de una terapia, un modo de meditación. Es una obra de arte.
Mi modelo a seguir… ”Mi madre. Es una luchadora. Me dio la vida y mi profesión”.
Me define… ”Soy un problem-solver. Para mí siempre hay una solución”.
La comida… ”Está viva, cambia y se transforma. Alguien tiene que ponerla bonita, porque no lo hace sola”.
Comida favorita…
La pasta. Me gusta trabajarla y comérmela. Tengo un gran amor por la comida italiana”.
El food styling…
“…es mantener la comida apetitosa y lo más atractiva posible. Es un arte, requiere pasión y dedicación”.
Reto artístico
“Cuando hablamos de hacer agradable un sancocho o una carne guisada, eso es un reto. Se logra, pero digamos que nuestra comida es más sabrosa que bella”.
Experiencia, más valor
“Lo interesante de esta profesión es que mientras más experiencia obtienes, más valor tiene tu trabajo”.
El efecto del set
“Soy muy impaciente, pero cuando estoy en un set me transformo, me olvido de ella y me concentro en el plato”.